El exponencial crecimiento de casos en Ibiza ha obligado al Govern balear a rectificar una vez más sus palabras, algo que se ha convertido en norma y, por lo tanto, ha dejado de extrañar, y ayer anunció el cierre perimetral de la isla de Ibiza, cuando hasta pocas horas antes el mensaje oficial era que había que dar tiempo a las medidas adoptadas para que surtieran el efecto buscado, que no es otro que aplanar la virulenta tercera curva. Ayer los registros marcaron otra jornada negra, con 366 casos nuevos en Ibiza y 15 en Formentera, lo que deja la escalofriante cifra de 3.349 pitusos contagiados en estos momentos: 111 bajo la vigilancia de Atención Primaria en Formentera, 3.107 en Ibiza, 115 ingresados en planta y 16 en Cuidados Intensivos.
Un cierre perimetral cosmético y disuasorio
23/01/21 4:01
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