El emisario de Cala Llonga, un paso atrás

Nula sensibilidad.
Este caso demuestra la nula sensibilidad ambiental de este Govern. Los partidos que dan soporte al Ejecutivo de Francina Armengol (PSOE, Unidas Podemos y Més per Mallorca) hacen bandera de la sostenibilidad, una postura que es absolutamente incoherente con políticas medioambientales como la que acaban de poner en marcha con el emisario de Cala Llonga. La apuesta por el medio ambiente no se ha de limitar a acciones de marketing político, sino que requiere actuaciones decididas y convencidas. El Govern dispone de mecanismos suficientes y recursos, especialmente a través de la ecotasa, para invertir de forma decidida en el ciclo del agua. Un correcto tratamiento y una acertada gestión del uso posterior de las aguas depuradas no solo evitaría los vertidos de agua mal depuradas al mar, sino que también contribuiría a mejorar el estado de los acuíferos, ya que reduciría el consumo de agua para usos que no requieren agua potable, como los agrícolas o los baldeos, entre otros.

Traspaso al Consell d'Eivissa.
Políticamente, este caso demuestra, una vez más, que es imprescindible avanzar en el traspaso de la gestión integral del agua al Consell d'Eivissa porque se ha demostrado que el Govern no solo es insensible para resolver uno de los principales problemas de la isla, sino que también es incapaz de dar soluciones.