El presidente de la Asociación de Viviendas y Alojamientos Turísticos (AVAT), José Antonio Llano, se ha quejado en estas mismas páginas que la bolsa de plazas viviendas turísticas del Consell d’Eivissa sea cero y, por lo tanto, no vaya a superar las 20.500 que tiene en la actualidad. Llano, cuya asociación sólo representa a alquileres en viviendas unifamiliares, considera que su sector ayuda a la generación y a un mejor reparto de la riqueza, ya que el pastel del turismo ya no está en manos solamente de los hoteleros sino que un particular puede ofrecer un servicio turístico de calidad. No obstante, y como en otros sectores económicos, también existen los llamados ‘piratas’ que intentan sacar tajada del buen hacer de los demás y provocan que tengan que pagar justos por pecadores, como es el caso.

Mala imagen.
Ofrecer servicios turísticos en edificios plurifamiliares nunca ha estado permitido en Ibiza. Sin embargo, tampoco se había combatido tanto hasta esta legislatura por la alarmante falta de vivienda de alquiler a precios asequibles. Además de que esta actividad está prohibida, no hay que olvidar las molestias que provoca el tener como vecinos a turistas con horarios y motivaciones muy diferentes a los de los residentes en Ibiza. La presencia de estos pisos turísticos y los inconvenientes que provocan suponen una muy mala imagen para la isla de Ibiza, por lo que habría que luchar contra su proliferación.

Más medios.
No obstante, no basta poner negro sobre blanco que el alquiler turístico en plurifamiliares está prohibido sino que hay que destinar al control de esta actividad ilegal muchos más medios, porque de lo contrario la normativa queda coja. En cuanto a la bolsa con cero plazas no parece lógico cortar las alas a un sector, el de los alquileres turísticos en unifamiliares, que ayuda a mejorar el bienestar de sus ciudadanos y no provoca, ni de lejos, las molestias y perjuicios que en los edificios plurifamiliares.