La teniente de alcalde de Governació del Ayuntamiento de Sant Antoni, Aída Alcaraz, ya tiene una segunda querella en su contra en los juzgados de Ibiza. Otro agente de la Policía Local se siente víctima de «medidas arbitrarias y sistemáticas» y acusa a Alcaraz de arrinconarlo. La titular del juzgado de instrucción número 3 de Ibiza ha abierto diligencias al detectar un posible delito de acoso laboral. El denunciante solicitó marcharse a Sant Josep, pero le fue denegada la petición. El Ayuntamiento de Sant Antoni alegó que no podía aceptarse el traslado por necesidades de servicio, pero sí otorgó un traslado unos meses más tarde a otro agente. Sin duda, la situación política y judicial de Alcaraz empieza a ser muy preocupante.

Primero Verdugo.
Cuando Javier Verdugo presentó una denuncia contra Alcaraz se intentó desprestigiarle y dijeron que la reclamación del jefe de la Policía Local era un caso aislado, que la situación en el cuerpo policial era de total normalidad, y se adujo que el problema se había producido porque Aída Alcaraz había intentado poner orden en el cuerpo policial. Para ello, además, se había contratado a Angeles Gallardo, coordinadora de la Policía Local. Sin embargo, esta segunda denuncia demuestra que los métodos de Alcaraz dejan mucho que desear, sin olvidar que la edil socialista está a un paso del banquillo de los acusados por la querella de Verdugo.

Protegida por el PSOE.
La situación de Alcaraz ya de por sí es muy delicada, pero aún lo es más su futuro político. El PSOE se empeña en protegerla, igual que hizo con Alfonso Molina, sin tener en cuenta el desprestigio que se cierne sobre toda la acción de gobierno en Sant Antoni. Los socialistas parecen haber decidido incluso incumplir su propio código ético, que prevé que un cargo público contra el que se abra juicio oral ha de ser apartado del cargo y suspendido de militancia. De momento no parece que el alcalde Tur y Vicent Torres quieran apartar a Alcaraz, pero el coste político por esa decisión puede ser altísimo.