El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha decidido iniciar una errática estrategia internacional para defender su causa independentista. Desde Bruselas el exlíder catalán intenta aparecer ante la opinión pública como un político que ha sido objeto de un golpe de Estado por parte del Gobierno de Rajoy cuando lo que ha ocurrido es que se ha ejecutado un artículo de la Constitución tras la declaración de independencia por parte del Parlament de Cataluña. Desde algunos medios de comunicación catalanes ya están pidiendo a Puigdemont que cese en su estrategia, que no ha conseguido más que el apoyo de los radicales belgas, Yoko Ono y, más recientemente, de Pamela Anderson. Con estos respaldos difícilmente la causa catalanista podrá triunfar.

Recuperar el ‘seny'. La sociedad catalana necesita recuperar el famoso ‘seny'. Para eso deberían asumir dos cosas: primero, que Cataluña no será independiente. Segundo, que toda esta deriva soberanista está provocando un daño muy grave a la economía catalana y española. Ayer, en una huelga que solo se notó gracias al bloqueo de carreteras y del transporte público, la sociedad catalana volvió a vivir un episodio más en esta triste etapa iniciada por Puigdemont y sus socios.

Difundir mentiras que nadie se cree. Puigdemont intenta hacer creer que España es un país donde se encarcelan a personas por sus ideas políticas y donde se cometen torturas. No es así. Los exconsellers no pueden considerarse presos políticos porque se les imputan delitos muy graves, entre ellos la utilización de dinero público para convocar la consulta ilegal. Lamentablemente, Puigdemont sigue teniendo la cobertura mediática de TV3 para lanzar sus teorías conspiranoicas, que tienen tan poco seguimiento internacional. Sería conveniente que a medida que se acercan las elecciones autonómicas todos los actores políticos catalanes vayan moderando sus actuaciones porque el daño que le están haciendo a Cataluña tardará años en enmendarse.