El aeropuerto padece desde hace días una huelga de limpieza de los trabajadores de una contrata que no paga las nóminas desde hace varios meses. La situación de los trabajadores es dantesca. Muchos ya no pueden pagar la hipoteca y casi no tienen ni para comer. Hay que solidarizarse con estos trabajadores que cobran salarios muy bajos y, para más inri, ahora viven una situación infrahumana por culpa de una mala gestión en la empresa en la que trabajaban. Sin embargo, la huelga de limpieza del aeropuerto ha destapado las carencias de la administración. Parecía que un alto cargo de AENA solventaría ayer mismo el problema y que se desconvocaría la huelga, pero no fue así. Se comunicó a los trabajadores cuál será el calendario con la nueva contrata de limpieza, pero el personal no podrá recuperar todo lo que se adeuda hasta el mes de julio. Un auténtico disparate.

Desinterés del Govern. Es sorprendente que ningún miembro del Govern balear se haya desplazado hasta Ibiza para preocuparse, al menos, por la situación de los trabajadores de limpieza. En otros conflictos laborales sí que el Ejecutivo balear ha ejercido de intermediario para encontrar una solución, pero de nuevo Ibiza cae muy lejos para los políticos mallorquines. Suponemos que como el aeropuerto de Palma está limpio, no hay motivo para preocuparse. El conseller de Treball, Iago Negueruela, ha viajado a Ibiza para temas muchos más importantes que la huelga de limpieza. Y hubiese estado muy bien que hubiera ejercido de intermediario ya que él conoce la legislación laboral podría intentar encontrar una solución.

Manos atadas. Pero lo más preocupante es que la administración vuelve a demostrar su poca agilidad a la hora de tomar decisiones. AENA no puede adelantar el dinero a los trabajadores, las mensualidades que se les adeuda, que sería suficiente para desconvocar la huelga. El panorama es desolador. De momento, y mientras no encuentren una solución, los empleados en servicios mínimos solo cambiarán el papel higiénico de los lavabos del recinto. Resulta difícil de imaginar cómo estará el aeropuerto en las próximas semanas.