La secretaria de Estado de Turismo, Matilde Asián, visitó el futuro Parador de Ibiza. Podría decirse que se trata de un parador parado, valga la expresión, ya que las obras se desactivaron hace seis años y aún no se sabe qué ocurrirá con el proyecto de Paradores. La visita de Matilde Asián debía despejar algún interrogante sobre ello, pero poco pudo aportar la secretaria de Estado. Visitó el edificio, se hizo las fotos de rigor, charló con Vicent Torres y Rafa Ruiz y poco más. Sin duda, hubiese sido deseable que Asián hubiera aportado alguna noticia sobre el proyecto, fechas, y sobre todo ofrecer más entusiasmo con el futuro de un parador que lleva demasiado tiempo paralizado.

Conveniencia. El Ayuntamiento de Ibiza espera mucho de este parador. Se trata, sin duda, de uno de los proyectos estrella que el alcalde de Vila desearía ver realizado antes de acabar la legislatura, pero el tiempo corre y no parece que haya demasiada prisa en acometer la obra. La secretaria de Estado asegura que cuando se tenga toda la documentación en regla no habrá problemas para conseguir financiación, pero lleva demasiado tiempo sin hacerse nada y hay más escepticismo que optimismo.

Iniciativa privada. El retraso de las obras del futuro Parador de Ibiza es una constatación de cómo trabaja la administración. Los plazos se alargan eternamente, y siempre hay una excusa para no hacer las inversiones. Hubiese sido interesante comprobar cómo hubiera actuado la iniciativa privada si dispusiese de un edificio de estas características, en una zona tan privilegiada de Dalt Vila. Seguro que si el Gobierno central y el Ayuntamiento de Vila, en lugar de impulsar el Parador, hubiesen decidido ceder el uso a la iniciativa privada ya haría tiempo que el proyecto turístico sería una realidad. También debería plantearse si, con la actual competencia turística, es positivo que haya un establecimiento de estas características, que sufren la habitual lentitud de la administración. Podría argumentarse que Paradores va a garantizar precios asequibles para el futuro establecimiento turístico, pero tampoco eso está asegurado. Basta que echen un vistazo a los precios de otros paradores. De asequibles tienen muy poco.