Las consecuencias de una oposición inexistente

Oposición muy débil. La interinidad en el Gobierno español ha paralizado la renovación de las juntas insulares. No ha habido congresos y muchos cargos se encuentran en un impass interno, si bien en Eivissa asumió la presidencia del PP José Vicente Marí Bosó tras la renuncia de Vicent Serra. La etapa de Marí Bosó ha estado marcada por dos circunstancias: la primera, el buen resultado de las pasadas generales y la segunda, se ha conseguido la paz interna. Sin embargo, quedan muchas cuestiones pendientes que deben resolverse cuando se celebren los congresos insulares, pendientes de la investidura de Rajoy o, por el contrario, se retrasaría si se repiten las elecciones.

Cambios imprescindibles. El PP necesita hacer cambios sustanciales. La oposición que hacen los populares en Vila y Sant Josep es prácticamente nula. En Vila, la exalcaldesa Virginia Marí ha decidido adoptar un perfil muy bajo, que la ha llevado casi a la irrelevancia. Lo mismo ocurre en Sant Josep, donde Neus Marí no parece la persona idónea para realizar el papel de oposición que se merece el municipio. Sant Antoni también necesita una profunda renovación interna. Sin estos cambios, el PP no parece estar en condiciones de remontar. Porque los ciudadanos necesitan referentes políticos, ideas nuevas, y, sobre todo, oposiciones fuertes para poner en evidencia las carencias de los gobiernos. De momento, el PP parece que ni está en muchos municipios.