Una gran noticia para la ciudad de Eivissa

Una ciudad ‘sucia'. La limpieza de una ciudad siempre es objeto de la mayor parte de las críticas que hacen los ciudadanos. Aquí se habla de que Vila es una ciudad sucia, pero las mismas expresiones se utilizan en Madrid, Barcelona o Palma. En cambio, resulta muy difícil que alguien diga que Zurich, Estocolmo u Oslo sean ciudades sucias. Se trata, sin duda, de un problema endémico, que afecta sobre todo a las ciudades del sur de Europa. Eivissa no es una excepción y es evidente que cuando los ciudadanos tienen la percepción de que la limpieza es deficiente hay que buscar soluciones. Los ciudadanos son exigentes y quieren que los impuestos que pagan se vean reflejados en unos buenos servicios. Y el servicio de limpieza de Eivissa no era, precisamente, demasiado modélico. Era muy mejorable y por eso era urgente un cambio.

Un cambio de mentalidad. Como ya hemos dicho, los países del norte de Europa no tienen problemas de limpieza como los que sufren en el sur. Por eso, además de exigir buenos servicios de limpieza hay que concienciar a los ciudadanos de que deben colaborar en la limpieza de una ciudad. Aún hoy se ven muchos excrementos de perro en las calles, y no es culpa del servicio de limpieza actual. El civismo debe aplicarse para conseguir una ciudad más limpia porque, al final, se beneficiarán todos los ciudadanos de Vila. Todos debemos colaborar en la limpieza.