El asunto de los alquileres en Eivissa tiene ya todas las características para ser uno de los grandes problemas de la isla que necesitan una urgente solución. Y no será nada fácil. Encontrar un alquiler para todo el año a un precio razonable y cerca de Vila es casi misión imposible. Los propietarios de las viviendas saben que la demanda de alquileres durante el verano es muy superior a la oferta, por lo que los precios se disparan y no quieren dejar pasar la oportunidad de ganar en tres meses mucho más de lo que sacarían por un alquiler anual. Esto provoca que se lleguen a pedir cifras prohibitivas para cualquier trabajador medio que quiera hacer la temporada de verano en Eivissa o para una pareja de jóvenes que quiera independizarse y empezar una nueva vida.

Oferta ilegal. La crisis económica mundial ha llevado a mucha gente a tenerse que ganar la vida de cualquier manera. Una de ellas ha sido, para los que poseen inmuebles, el arrendamiento de sus bienes. Existen familias enteras que durante los meses de julio y agosto se mudan con los abuelos o con los tíos para alquilar su vivienda familiar para conseguir un dinero extra que les ayude económicamente para el resto del año. O la proliferación de pisos turísticos, muchos de ellos ilegales, que compiten de manera fraudulente con la oferta hotelera reglada y que en nada benefician la imagen turística de nuestra isla.

Regulación. La Administración tiene que actuar para atajar los abusos que se están cometiendo en la actualidad. Porque parece claro que, en esta ocasión, el mercado no se está regulando de manera óptima para los ciudadanos. Muchos profesionales de la sanidad, del magisterio y de otros muchos sectores se han visto obligados a rechazar ofertas de trabajo por no haber encontrado vivienda en nuestra isla. Y no porque no haya pisos o casas disponibles, sino porque los precios que se piden por ellas son abusivos. Para ello será necesaria mucho más control por parte de las autoridades competentes.