Las cenizas en los árboles frutales pueden tener beneficios, así como en las diferentes plantas de frutos en nuestro huerto.

Se trata de un abono gracias a la cantidad de nutrientes que tiene, como el magnesio, el calcio, el fósforo o el potasio. Además, contiene minerales esenciales. Todo esto ayuda a que el suelo se enriquezca y las plantaciones mejores.

Para usar correctamente este recurso se deben mezclar entre 80 y 100 gramos de ceniza y ponerlo directamente en el cultivo. Debe quedar un poco enterrado para que haga de abono y después se debe agregar un poco de agua a la tierra. Este truco no debe usarse más de dos veces al año por la acidez y el pH del suelo.

Hay personas que prefieren agregarlo de forma líquida diluyendo las cenizas en agua, como en el vídeo de ‘La Huerta de Iván', donde explica cómo hacerlo correctamente para que no se pierdan los beneficios.