La larga historia de este sorteo ha hecho que se convierta en una tradición más de la fechas navideñas y los cánticos de los niños de San Ildefonso se han convertido ya en un son más de la Navidad.
Por ello, este sorteo es uno de los que más participaciones consigue a lo largo del año, generando gran expectación. Por ello, no es raro que sobre él circulen diferentes anécdotas, supersticiones y datos curiosos de la celebración.
Los dos bombos, la pedrea, las tablas, los premios "más madrugadores", la tolva o los alambres son algunos de los términos que se escuchan alrededor de este sorteo.
Una de las curiosidades del sorteo tiene que ver con con el acondicionamiento del espacio donde se celebra el sorteo, donde el suelo de la sala está forrado en su totalidad con moqueta.
Este dato tiene su explicación: cuando las bolas son introducidas en el bombo o cuando los niños van cogiendo las bolas de los números y premios durante el sorteo, pueden caerse al suelo y, estando forrado de moqueta, la bola no rueda ni se pierde.
1 comentario
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... estoooo, el problema no es que las bolas rueden... es que nos hagan trucos de magia con bolitas que entran y salen a destiempo...