Llevamos años observando su crecimiento en las principales ciudades turísticas de nuestro país. Los free tours o tours de pago libre han revolucionado el sector turístico en todo el mundo. Así, mientras que hace años no era común encontrarse paraguas de estas empresas en los cascos históricos más frecuentados, en la actualidad abarrotan las calles más transitadas con grupos de todas las nacionalidades.
Entre las razones que justifican el aumento en la demanda, el cambio de vida de la sociedad actual con respecto al turismo de hace años es una de las principales. No obstante, los turistas tienen en cuenta otros motivos a la hora de reservar estas visitas. El estudio de mercado de COPE, publicado recientemente, ha constatado la popularidad de estos recorridos gracias a sus múltiples ventajas.
¿Por qué triunfan los free tours?
Aunque las agencias de viajes y lugares turísticos ofrecen tours tradicionales, con un servicio contratado de antemano y una ruta inamovible, las empresas y autónomos dedicados a los free tours crecen exponencialmente. Uno de los motivos principales es el cambio social que estamos experimentando en los últimos tiempos. Al igual que han surgido empresas novedosas en otros sectores (taxis, empresas dedicadas al reparto a domicilio, Airbnb...), los profesionales del turismo no son una excepción. En este sentido, los free tours vinieron a rellenar un hueco que se demandaba desde hacía años.
Los free tours, cuya traducción en ocasiones ha dado lugar a equívocos, no son rutas gratuitas que un profesional, por amor al arte, realiza. Los tours de pago libre se diferencian de los convencionales en que, a diferencia de estos, el precio no está fijado de antemano. De este modo, es el cliente el que, una vez realizada la ruta, decide cuánto dinero pagar por ella. Así, estos recorridos han supuesto una innovación en un sector en el que todo estaba calculado.
En la mayoría de los casos, los clientes no solo aportan dinero por la ruta en sí, sino por la experiencia y el trato. Dado que la remuneración será mayor cuanto mejor sea el servicio, los guías que trabajan para los free tours se esfuerzan por crear rutas entretenidas, originales y divertidas. De algún modo, no solo se oferta el trayecto en sí, sino la experiencia que acompaña a dicho trayecto. Teniendo en cuenta que vivimos en la era de la información, en la que con la facilidad de un click se puede acceder a información histórica y artística, los usuarios buscan algo diferente que incentive su lado más curioso.
Internet, su gran aliado
Si consultamos los datos de Google Trends en relación con las consultas de los usuarios en su buscador, nos percataremos del aumento de las búsquedas de los free tours con respecto a los tours tradicionales. De hecho, la mayoría de los clientes que acceden a estos servicios los contratan vía online mediante múltiples plataformas en las que los guías publicitan los rutas.
Esta es otra de las peculiaridades que han traído estos recorridos. En los tours tradicionales, los profesionales del sector promocionaban su servicio mediante el tema general del que trataba la ruta. A partir de ahí, el usuario se decantaba por un recorrido u otro, sin conocer en profundidad los rincones que se visitarían o los conocimientos del guía. Sin embargo, en las plataformas especializadas a los free tour, los guías ofertan su ruta, en la que especifican los puntos que se visitarán y la temática a tratar. Esta información va acompañada de las valoraciones de otros turistas que ya han realizado la ruta, de modo que se pueden contratar guías con una amplia experiencia y gran capacidad comunicativa. Por ello, el vínculo creado entre el guía y el grupo es más estrecho.
Por ende, los free tours han supuesto una salida profesional para miles de graduados en el sector. Estos pueden trabajar como autónomos o como profesionales de una empresa. En muchos casos, son ellos quienes deciden los horarios en los que trabajan en función de las horas y días de mayor demanda.
No obstante, y a pesar de que los datos reflejan su popularidad, muchos guías oficiales han mostrado su rechazo a este tipo de recorridos. Una de las principales acusaciones tiene que ver con la economía sumergida. Para muchos, estos negocios suponen competencia desleal para las empresas tradicionales, ya que los trabajadores de los tours de pago libre no declararían sus ingresos y, de algún modo, estarían denigrando la profesión.
A pesar de ello, los free tours ofrecen unos recorridos diferentes a los tour convencionales. Así, suelen ser contratados por personas que visitan países o ciudades de un modo autónomo, sin agencias de viajes. Debido a su perfil, los tours de pago libre encajan en una concepción más experiencial del turismo. Por su parte, los tour tradicionales ofrecen otros servicios además de la ruta, como comida, alojamiento e incluso otras rutas programadas a modo de «paquetes turísticos».