Mariano Rajoy ha encontrado una ocupación con la que llenar su tiempo libre después de su precipitada salida de La Moncloa. El expresidente del Gobierno, o mejor dicho, un hombre que guarda un gran parecido con él, trabajó de guarda de seguridad este pasado miércoles en Los Pajaritos, el estadio de fútbol del Numancia, en la ida de la gran final por el ascenso a Primera frente al Valladolid.

Esta vez no caminaba deprisa como le gusta, sino que estaba plantado de pie frente a la hinchada vallisoletana, que rápidamente reparó en el parecido más que razonable con el todavía presidente del Partido Popular.

En varios momentos sus miradas se fijaron más en él que en el tapete, y le dedicaron varios cánticos como ?Mariano es de Pucela? o ?Que bote Mariano?, unos vítores que el vigilante respondió con risas y gestos de aprecio, e incluso con botes.

La divertida situación fue grabada por los propios espectadores y compartida con gran éxito en las redes sociales.

Los más de 400 integrantes de la afición blanquivioleta estaban exultantes, en parte gracias al gran rendimiento de su equipo, que se impuso al conjunto soriano por 0-3 y encarriló así su vuelta a la liga de los mejores.