Consumir fruta variada a diario ayuda a mantener una buena salud visual.

Incluir fruta variada en la dieta diaria ayuda a mantener una buena salud visual a largo plazo y a prevenir o retrasar la aparición de algunos problemas visuales, gracias a las vitaminas, antioxidantes y diversos nutrientes esenciales que contienen, según han destacado los especialistas de Clínica Baviera.

A este respecto, los expertos han señalado los diferentes beneficios que se pueden obtener introduciendo este grupo de alimentos a la dieta diaria. Entre ellos, frutas como el mango, el melón, la sandía, el melocotón o el kiwi contienen altos niveles de vitamina A, esencial para la salud de la retina. También presentan una concentración significativa de betacarotenos, que contribuyen a mejorar la visión durante la noche y fortalecen la capacidad visual para adaptar la vista a condiciones con poca luz.

Además, al ser ricas en antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E, protegen los ojos contra el daño causado por los radicales libres, moléculas inestables que pueden causar daño celular y contribuir al desarrollo de enfermedades oculares como las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad. Estos beneficios pueden encontrarse en frutas cítricas como la naranja y el kiwi, también en los arándanos, las fresas, las ciruelas y las uvas.

Frutas como la papaya, los cítricos, la sandía, los arándanos o las fresas son excelentes para reforzar el sistema inmunológico, que protege de infecciones y enfermedades que pueden dañar las estructuras oculares, como la uveítis. A su vez, el consumo de arándanos contribuye a la mejora de la circulación sanguínea en los vasos capilares de los ojos.

La ingesta de frutas ricas en potasio, como los plátanos, melones y naranjas, ayuda a mantener la presión ocular (PIO) en niveles normales y puede prevenir el glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico y puede llevar a la pérdida de visión si no se trata adecuadamente. Asimismo, las frutas con alto contenido de agua, entre las que destacan la sandía o el melón, y otras ricas en ácidos grasos esenciales, como puede ser el aguacate, mejoran la calidad de la lágrima y ayudan a mantener una película lagrimal saludable y prevenir la evaporación excesiva de las lágrimas.

«No obstante, hay que matizar que una buena alimentación por sí sola no va a impedir que determinados problemas visuales aparezcan, pero alimentarnos correctamente va a repercutir positivamente en nuestra salud y puede ayudar a retrasar su aparición», ha explicado el oftalmólogo cofundador de Clínica Baviera, Fernando Llovet. Por ello, es recomendable recordar la importancia de realizarse revisiones oftalmológicas periódicas y seguir las pautas que recomiende el especialista en oftalmología.