El Gobierno ha acusado al candidato a presidir la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, de haber ofrecido en la sesión de investidura un discurso "frentista, de pasado y alejado de lo que la mayoría de catalanes quiere", y le ha advertido de que estará "muy vigilante" de los actos que cometa en el futuro su posible Govern.

"Cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respondida", avisa el Ejecutivo, que recuerda además que la coalición Junts per Catalunya (JxCat) no ganó las elecciones. "Ni los que pretenden votarle representan a la mayoría del pueblo catalán", agrega el Gobierno en un comunicado.

El Ejecutivo subraya que su discurso ha sido "una falta de respeto" a las instituciones de Cataluña y sus palabras han evidenciado "escasa voluntad y capacidad de diálogo".

"Ha demostrado que no tiene ningún interés en construir un diálogo en el propio Parlament, en el conjunto de la sociedad y con nadie que no se someta exactamente a sus planteamientos", señala el comunicado.

NO ES EL 'PRESIDENT' QUE "MERECEN Y NECESITAN"

Asimismo, el Gabinete de Mariano Rajoy entiende que Torra no se ha presentado como el presidente que "merecen y necesitan" los catalanes para "superar la fractura social", sino que con su primera intervención como candidato en la Cámara catalana "ahonda en ella" y no en "recuperar la normalidad y el sosiego".

En las formas y condiciones de Torra, el Ejecutivo ve "una suerte de cesarismo impropio del siglo XXI", que pone el interés personal del candidato a la Presidencia de la Generalitat por encima del interés general de todos los ciudadanos. "Es autocrático y excluyente quien relega el bien común a sus necesidades políticas y a sus urgencias personales", critica.

La Moncloa señala que ni el proceso constituyente anunciado ni la independencia proclamada el pasado 27 de octubre en el Parlamento catalán "llegaron a ningún lugar", y apostilla que sus promotores no lograron "nada" más allá de "tener que asumir las consecuencias de sus actos".

"Los partidos independentistas saben que no tienen ninguna posibilidad de lograr sus propósitos secesionistas", mantiene el escrito gubernamental y sostiene: "La misma democracia que ampara que cualquiera pueda usar la libertad de expresión en defensa de sus ideas es la que impide la imposición de esas ideas con actos contrarios a la ley".

TORRA PROMETE SER FIEL "AL MANDATO DEL 1-O"

Durante su intervención, Torra ha prometido que será leal al "mandato del 1 de octubre" y que trabajará por construir un Estado independiente en forma de república, así como en dotar a Cataluña de una constitución o recuperar el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña (Diplocat).

Además, ha asegurado que solo obedecerá al Parlament y que asumirá la responsabilidad que se derive de sus actos, y ha insistido en que en España hay "presos políticos y exiliados, y centenares de investigados por haber defendido un proyecto democrático".