Tras recibir la información sobre estos hechos, el Ministerio Público estudia si existen indicios de amenazas u otras presiones ilegales sobre los responsables de esos locales o los trabajadores de los mismos.
Se vivieron escraches contra agentes de la Guardia Civil y la Policía Nacional que participaron en el dispositivo para frenar el referéndum del 1 de octubre suspendido por el Tribunal Constitucional.
Las concentraciones tuvieron varios 'puntos calientes' como Calella, donde la noche del 1 de octubre un grupo de personas se concentró en diferentes hoteles donde descansaban guardias civiles para insultarles durante horas; escenas similares se vivieron en Reus (Tarragona), Pineda del Mar (Barcelona) y Lleida.
En Calella, un grupo de guardias civiles respondieron cargando con porras extensibles --vestidos con ropa de paisano-- contra varios concentrados ante su hotel en Calella; luego, los agentes fueron reubicados en otras instalaciones.
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