El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, durante la inauguración de la jornada sobre infraestructuras 'Conectados al futuro', celebrada este martes en el Palacio de Congresos de Cataluña en Barcelona. | Andreu Dalmau

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anunciado este martes que el Estado invertirá 4.200 millones de euros en infraestructuras en Cataluña hasta 2020, buena parte de ellos en Rodalies (servicios ferroviarios de cercanías), y ha pedido «ayuda» a los empresarios catalanes para «ganar la batalla de la moderación».

Rajoy, que el pasado domingo asistió a la designación de Xavier García Albiol como presidente del PP de Cataluña, ha regresado este martes a Barcelona para presentar ante cerca de 500 empresarios este paquete de inversiones en materia de infraestructuras en Cataluña para el actual mandato.

La red de Rodalies absorberá buena parte de esta inversión, con 1.882 millones hasta 2020 y otros 2.000 millones más hasta 2025.

La otra gran apuesta del Gobierno en infraestructuras ferroviarias, ha subrayado Rajoy, será el Corredor Mediterráneo, una «obra vertebradora» que permitirá conectar los principales nudos logísticos, centros de producción, puertos y aeropuertos del Mediterráneo.

A este respecto, ha avanzado que los tramos catalanes del Corredor Mediterráneo pueden estar terminados en la primavera de 2020.

Las inversiones del Gobierno también se destinarán a aeropuertos, con una inversión total de 240 millones hasta 2020, y a carreteras, con otros 850 millones, para la ampliación y mejora de vías como la N-240 o la N-II, mientras que a puertos se dedicarán cerca de 590 millones.

Rajoy ha garantizado que este plan de inversiones será «realista, viable y verificable en todas las etapas» y ha tendido la mano a la colaboración con otras administraciones para su ejecución.

Las principales asociaciones empresariales de Cataluña, como la Cámara de Comercio y las patronales Foment y Pimec, han valorado este plan de inversiones, aunque no han escondido su incredulidad y han urgido a ejecutarlas en el plazo previsto.

El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, que ha participado en el acto, ha señalado que el Gobierno «tiene un déficit importante de confianza y credibilidad», fruto de los reiterados incumplimientos que ha hecho en materia de inversiones en Cataluña, y ha apuntado que Rajoy debería haber venido a Barcelona a pedir disculpas, ya que «el nivel de cumplimiento de los compromisos adquiridos es escandalosamente bajo».

Rull ha opinado que el acto de este martes ha sido como un «bienvenido mister Marshall, que vienen, prometen y se van», y ha planteado la creación de «una cláusula anti-incumplimiento» en la que el Gobierno se comprometa a trasladar a la Generalitat los recursos de las inversiones pactadas y no ejecutadas, para que el gobierno catalán pueda realizarlas.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha querido lanzar un mensaje de confianza en los planes del Gobierno y ha asegurado que los 4.200 millones de inversión hasta 2020 «no son cifras que puedan sonar bien», sino «un compromiso» que el Ejecutivo va a cumplir.

La jornada ha reunido bajo el lema 'Conectados al futuro' a directivos de pymes y grandes compañías españolas, como Florentino Pérez (ACS), Amancio López (Hotusa), José Luis Bonet (Cámara de Comercio de España y Freixenet), Alberto Palatchi (Pronovias), Javier Sánchez Prieto (Vueling), Joaquim Gay de Montellà (Fomento del Trabajo) o Salvador Alemany (Abertis).

Precisamente, Rajoy ha aprovechado este encuentro para pedir «ayuda» a los empresarios, a la vez que ha ofrecido la de su Ejecutivo y un diálogo «sensato» para «ganar la batalla de la moderación, recuperar la concordia» y «reconstruir puentes», frente a quienes quieren «desconectarse del futuro, la ley y el diálogo».

Rajoy ha dedicado el tramo final de su discurso inaugural a abordar «el asunto que nos preocupa a todos: que algunos pretendan desconectarse no solo del futuro, sino de la realidad española y europea, de la ley y del diálogo».

Así, sin citarlo directamente, pero en alusión clara al proceso independentista impulsado en Cataluña desde el Govern de Carles Puigdemont, Rajoy ha recordado que España ha logrado «superar una crisis tremenda y está en condiciones de ganar un futuro mejor», por lo que ha pedido «no malbaratarlo con aventuras empobrecedoras» que podrían «frenar la recuperación».

«Quiero pedir su ayuda para ganar entre todos la batalla de la moderación, la sensatez y la responsabilidad. Pido su ayuda y ofrezco la nuestra para recuperar la concordia. Les pido y ofrezco diálogo sensato sobre estos asuntos en aras del interés general y el bien común de los catalanes», ha afirmado el jefe del Ejecutivo.

A la jornada han asistido también la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo; el delegado especial del Estado en el Consorcio de la Zona Franca, Jordi Cornet, y representantes de diferentes administraciones, partidos y entidades de la sociedad civil catalana.