En concreto, el delegado del Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, ha indicado que los hechos se produjeron en la mañana del domingo, 3 de abril, sobre las 06.45 horas, en la zona de control de seguridad del aeropuerto de Gran Canaria. Añade que esta incidencia ha quedado registrada en el Sistema Integrado de Gestión Operativo (SIGO).
Así, expone que a la citada hora, cuando Rosell debía de pasar por el control de salidas insulares, «la diputada increpa al auxiliar en el control de las tarjetas de embarque al preguntarle por un carrito con maletas que se encontraba en el pasillo de entrada, a lo que los responsables de seguridad responden que tales objetos están controlados por su dueño, que está a solo unos metros hablando por teléfono».
Sin embargo, agrega, Rosell señaló que las maletas «debían estar a 200 metros porque ella es diputada». Posteriormente, al ser requerida por el personal de seguridad del aeropuerto para que separara el ordenador del maletín y del resto de objetos que portaba, la diputada de Podemos «creyó que se trataba de una burla, a pesar de haber sido informada por los vigilantes de seguridad y por el agente de la Guardia Civil que se encontraba de servicio en el control, de que se trataba del sistema de actuación cotidiano».
Este incidente en la zona de inspección, subraya la Delegación en el comunicado, supuso la «paralización en el normal funcionamiento del control».
Seguidamente, indica, Rosell insistió en que «es diputada y afirma que puede pedir la sala de autoridades, requiriendo al Guardia Civil la presencia del Jefe de Servicio, así como la identificación profesional del agente».
Posteriormente, ante la «exigencia» de la Guardia Civil para que Rosell se identificara, la diputada contesta --según la Delegación-- que «no le da la gana» y abandonan el control hacia la sala de embarque, por lo que Hernández Bento aseguró que tuvo que «ser requerida en numerosas y reiteradas ocasiones para su identificación, intentando esquivar dichos requerimientos y al agente de la Guardia Civil sin detener la marcha».
Finalmente, Rosell opta por entregar un documento que acredita su condición de diputada nacional y aporta el DNI, «mientras reanuda la marcha».
El delegado del Gobierno en Canarias ha señalado que de estos hechos han sido testigos dos auxiliares, cuatro vigilantes de seguridad y un agente del cuerpo de la Guardia Civil que prestan sus servicios en el aeropuerto de Gran Canaria.
La actitud de Rosell no ayuda a garantizar la seguridad
Para Bento, actitudes como la de la diputada Victoria Rosell «no ayudan en nada a garantizar el adecuado cumplimiento de las medidas establecidas para mantener la seguridad de todos» los ciudadanos, especialmente en los momentos actuales en los que España está en un nivel 4 de alerta antiterrorista, y donde afirma «los diputados y representantes políticos han de ser ejemplo y dar ejemplo cumpliendo con los requerimientos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado».
Además, el delegado recordó que el elevado nivel de alerta, unido a los últimos atentados terroristas, «han obligado a aumentar los controles de seguridad en los aeropuertos» donde subraya que «todos» los ciudadanos y los representantes públicos deben «de cumplir estrictamente» las indicaciones de los agentes implicados en la seguridad aeroportuaria y de los efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Añadió que tanto la Guardia Civil como el personal del aeropuerto «están ahí -en el aeropuerto- para asegurar el cumplimiento de la normativa», por lo que consideró que Rosell «no puede tener un trato distinto al resto de los ciudadanos».
Asimismo, critica que la diputada de Podemos ponga «por delante su condición de diputada, se niegue a identificarse, mientras los servicios de vigilancia del aeropuerto y la Guardia Civil lo único que persiguen es mantener la seguridad de todos», en lugar subraya de «facilitar» la labor a quienes trabajan por la protección.
1 comentario
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Al final son todos iguales. Primero ellos, y despues... también.