La reunión, en la que apenas ha habido debate, ha durado hora y media, y en ella solo han intervenido diez miembros, frente a los 30 o 40 de los últimos cónclaves.
Entre los que han tomado la palabra, dos lo han hecho con posiciones críticas, uno de ellos el presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes, que ha defendido el papel de esas instituciones, cuya supresión forma parte del pacto Con Ciudadanos.
El otro ha sido José Antonio Pérez Tapias (IS), que le ha reconocido a Sánchez la «noble intención de trasladar el acuerdo a Podemos», pero se ha preguntado «cómo hacerlo si no se les ha llamado a su gestación» y «a qué renunciaría Ciudadanos».
Pérez Tapias, que compitió con Sánchez por la secretaría general hace año y medio, le ha dicho a éste que la «tensión de un pacto bifronte», donde un firmante mira hacia el PP y otro hacia Podemos, traslada a la ciudadanía la imagen de una «estrategia errática».
Tapias, que ha llamado a Sánchez a «salir de una dinámica en la que nadie se fía de nadie», ha criticado también que, una vez firmado el pacto, las interpretaciones del documento que han ofrecido Ciudadanos y el PSOE hayan sido «contradictorias».
En su opinión, eso lleva a que muchos votantes se instalen en una posición «escéptica», que podría traducirse en una «abstención muy perjudicial» si hay nuevas elecciones.
Tapias ha abogado por recuperar la «confianza recíproca» con Podemos después de la segunda votación de la investidura de Sánchez. «No se puede estar negociando y mirando de reojo a otro que no está en la mesa», ha sostenido.
Ha reprochado asimismo a Sánchez el «sesgo neoliberal» en las políticas económicas, laborales, sociales y de universidades que recoge el acuerdo con Ciudadanos.
Tapias ha explicado, al término de la reunión, que el líder del PSOE le ha contestado que la derogación reforma laboral «se entiende como un proceso paulatino en el que hay que desmontarla».
A la cita no han acudido ni el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, ni el valenciano Ximo Puig, ni la balear Francina Armengol, mientras que la andaluza Susana Díaz ha estado presente menos de una hora, ya que ha llegado tarde por no haber conseguido billete para el primer AVE y se ha ido antes de que terminara también porque perdía el tren.
El acuerdo que ha avalado el Comité Federal fue apoyado previamente por las bases del partido en la consulta no vinculante de este fin de semana, en la que participaron más del 51% de los militantes y el 79% votaron que sí.
Sánchez, que ha calificado de «abrumador» ese respaldo, ha afirmado «orgulloso» que con esa consulta el PSOE ha hecho «historia», por ser la primera vez que un partido somete a militancia un acuerdo de gobierno.
A este respecto, ha renovado su compromiso de «someter a la consideración de las bases elementos sustanciales de decisión que afectan al partido y al país».
1 comentario
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Pueden ser socialistas pero esto no es sinónimo de ser tontos. A ver, ¿ser del comité tiene paga? Pues ya está todo dicho.