Entre ellos, la práctica totalidad de los mayores de esta residencia pero también muchos vecinos del barrio, la mayoría de etnia gitana asiduos al local, donde juegan la partida y donde muchos de ellos han tenido que pagar el décimo a plazos, por no contar con los 20 euros necesarios.
Juan Antonio Lorente, propietario del bar junto su pareja, Jessica García, ha explicado en declaraciones a los periodistas que «a la gente le gustaba el 7», por lo que compró para la cafetería un número «terminado en 17» que es, precisamente, el número de la administración donde lo compró, en el mismo barrio.
Además, la pareja que regenta desde mayo el establecimiento situado en el interior de la residencia de ancianos de Armunia, acaba de tener una hija, que ha llegado con «un pan debajo del brazo».
«Me nació la hija y ahora toca el premio en un barrio que lo necesita bastante», ha señalado Lorente en el recibidor del centro de atención a los mayores, donde se han congregado usuarios y trabajadores para celebrar un premio «muy repartido» por todo el barrio.
«No sabemos en qué lo vamos a gastar, pero lo gastaremos, de momento en una cena», ha comentado Elvira, una de las empleadas de la residencia, entre abrazos, risas nerviosas, botellas de champán y alguna lágrima junto con sus compañeras.
Una de ellas, Azucena, ha relatado cómo compró a medias uno de los números premiados, que «son 10.000 euros, que no está mal», ha reconocido.
Isolina Gavela, una anciana natural de un pueblo cercano a la localidad berciana de Cacabelos, ha explicado cómo «un chico que trabaja aquí» le dijo que «había tocado en la cafetería», por lo que espera ahora la visita de su familia, residente en Ponferrada, para celebrarlo.
La directora de la residencia, Purificación Domínguez, a quien también le ha tocado este cuarto premio, ha reconocido que este lunes es un «día especial» con un premio «muy repartido», sobre todo en una residencia en la que algunos de sus usuarios padecen situaciones económicas complicadas.
Pero el nombre propio de la jornada ha sido Jessica García Ramos, la propietaria de la cafetería y quien atiende la barra, por lo que ha sido ella la que ha vendido la mayoría de los números.
«Nos engañaron en la administración, no teníamos pensado coger nada, y mira», ha señalado la propietaria del bar en la administración de Armunia, una vez conocido el premio, donde ha mostrado su alegría porque el sorteo ha agraciado a personas que «pasan grandes necesidades».
Jessica ha afirmado haber soñado esta noche con que «algo» le tocaba, por lo que ha señalado que «los sueños se cumplen».
Pero más que sueños, los 20.000 euros por décimo vendidos en este barrio, servirán para «tapar agujeros», tal y como ha señalado uno de los premiados, Paulo Barrull, de etnia gitana, mientras sus convecinos llegaban a la cafetería de la residencia, donde han descorchado champán, cantado y zapateado a su más puro estilo.
Otros aseguran que le enviarán dinero a sus familiares fuera de León, que comprarán «marisquito» para la Navidad o aprovecharán el premio para reformar la casa.
Eso sí, la noticia del cuarto premio en este humilde barrio de León se ha celebrado como si del Gordo se tratara.
De hecho, a pesar de que la localidad de Boñar ha vendido una serie del Gordo de este año, el 13.437, con cuatro millones de euros, los seis del cuarto premio en Armunia supondrían un importante alivio para una zona con necesidades.
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