‘La sanidad no se vende, se defiende’, cabecera de la marcha del personal sanitario en Madrid. | Efe

Miles de personas marcharon ayer por el centro de Madrid en una nueva ‘marea blanca’ que reclamó el mantenimiento del sistema público de salud y la paralización de la externalización de hospitales y centros de salud, que consideraron «un chiringuito en beneficio de los especuladores».

Convocados por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid, trabajadores y usuarios de la sanidad procedentes de diferentes puntos de la Comunidad protestaron contra el plan sanitario de la Comunidad de Madrid entre las plazas de Cibeles y Puerta del Sol y ante el Ministerio de Sanidad, bajo el lema «La sanidad no se vende, se defiende».

Festivo

La protesta reunió a 70.000 personas, según la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública; entre 40.000 y 50.000, según los sindicatos; y entre 3.000 y 3.500, según fuentes policiales.

En un ambiente festivo y salpicado de cientos de batas blancas -durante el recorrido se ha escuchado la música de dos charangas y un coro versionó canciones con letras alusivas a la protesta-, trabajadores como M.A., una empleada del centro de salud de Alcobendas, destacaron que aunque los planes de privatización están «prácticamente hechos», el Gobierno regional «tiene que saber que (los ciudadanos) van a seguir protestando».

Al término del recorrido, ante la sede del Gobierno regional, dos portavoces de la Mesa reclamaron en un manifiesto, entre otras cuestiones, la dimisión del presidente madrileño, Ignacio González; del consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty; y del director general de Hospitales de la Comunidad, Antonio Burgueño.