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El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha utilizado este miércoles su intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación para volver a decir al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que «lo mejor para España» es que dimita y «dé paso a otro presidente», después de las informaciones que han aparecido en las últimas semanas sobre el «gravísimo caso de corrupción» que afecta al PP por la supuesta contabilidad B que manejaba su extesorero Luis Bárcenas.

«¿Cree usted de verdad que se puede gobernar un país en crisis estando pendiente de que al señor Bárcenas le entre un ataque de sinceridad? Yo creo que no», ha señalado Rubalcaba a Rajoy durante su discurso inicial.

El líder de la oposición, que ha sido interrumpido en varias ocasiones durante su discurso por las quejas de los diputados 'populares', ha insistido en que por esta razón ya pidió en dos ocasiones antes de hoy la dimisión del jefe del Ejecutivo, tras lo cual le ha advertido de que «la decisión ahora es suya» y suya es la «responsabilidad».

Para Rubalcaba, el conocido como 'caso Bárcenas' es un «gravísimo caso de corrupción que merecía un esfuerzo de explicación y una reacción ejemplar y creíble» por parte de Rajoy, pero le ha reprochado que se limite a decir que «todo es falso y luego que todo es falso salvo algunas cosas».

En este punto, el secretario general de los socialistas ha recordado que Rajoy es «el mismo que dijo que siempre estaría al lado» del expresidente valenciano Francisco Camps, que «puso como ejemplo» al expresidente balear Jaume Matas y que «dijo que nadie podría demostrar nunca que Bárcenas no es inocente».

Con efecto retroactivo

Rubalcaba ha alertado de que España sufre una «crisis política» y ha compartido con Rajoy la necesidad de adoptar medidas de lucha contra la corrupción. De hecho, ha dicho estar de acuerdo con las iniciativas que ha propuesto el presidente en su discurso inicial, incluso ha pedido la aplicación de algunas con «efecto retroactivo», tras lo cual ha añadido otras como la creación de una unidad policial que «controle a las administraciones públicas», prohibir las donaciones de empresas a los partidos políticos y que la Audiencia Nacional se encargue de los casos de corrupción.

En este sentido, también ha sugerido la creación en el Congreso de los Diputados de una «comisión independiente formada por personas de reconocimiento general» que se dedique a hacer un «diagnóstico» de la corrupción política y proponga «vías de solución» para evitar esta lacra.

Se trata, ha dicho, de buscar soluciones «fuera» de lo que los políticos no han podido hacer «dentro». A su juicio, los ciudadanos «no están contra la política, sino contra la mala política» y lo que quieren son partidos «más transparentes, más honestos y más cercanos».

Para atajar esta «crisis política» de la que ha hablado Rubalcaba durante su intervención, también ha propuesto una la reforma del sistema electoral para hacer unas circunscripciones electorales más pequeñas y desbloquear las listas de los partidos con el objetivo de acercar a los ciudadanos a la política y «fomentar su participación».

Tensiones territoriales

Pero el líder de la oposición considera que España también sufre una «crisis territorial», agravada sobre todo por las «tensiones territoriales» que, a su juicio, han provocado tanto «los que quieren irse» como «los que quieren una recentralización» del Estado.

La primera de estas situaciones, ha dicho, ha tenido «especial virulencia» en Cataluña en los últimos meses porque «la realidad, nos guste o no, es que hoy hay muchos catalanes que creen que la Constitución no ampara las fórmulas que ellos eligieron» con la aprobación del Estatut.

De este modo, considera que todos estos problemas «exigen abrir la Constitución» y para ello ha propuesto que el Congreso haga un «planteamiento a las comunidades autónomas para que la Carta Magna pueda «recoger las singularidades» de los territorios y, «de paso», avanzar hacia un «modelo federal».

Con un modelo de estas características, ha explicado, se podrían «delimitar fácilmente las competencias del Estado y las comunidades» y de este modo «se evitarían duplicidades». Asimismo, el Senado ejercería su papel territorial en el que participarían las autonomías, al tiempo que se elaboraría un nuevo sistema de financiación que defendería la «igualdad de los españoles, vivan donde vivan».

«Angustia y desesperación»

Pero Rubalcaba ha dedicado la mayor parte de su discurso a censurar la política que ha acometido el Gobierno de Rajoy en su primer año y que, a su juicio, ha llevado al país a una situación «crítica» en la que «la preocupación de hace un año de los españoles se ha convertido en angustia y la incertidumbre en desesperación». «No tengo duda de que la mayoría de españoles piensan que su Gobierno ya no es capaz de sacar a España adelante», ha afirmado.

Para el líder de la oposición, la política del Ejecutivo en este año se ha basado en «recortes brutales y arbitrarios», lo que ha llevado a «recesión, desempleo y desigualdad» que ha provocado una «crisis social» con «casi un millón de puestos de trabajo destruidos».

«Ustedes perjudican a personas a las que nunca han visto de cerca, a las que no comprenden, de las que no saben siquiera como viven. El resultado de 15 meses de Gobierno es un país empobrecido y una España entristecida», ha lamentado.

En su opinión, la gestión de la crisis del Gobierno del PP ha provocado una «generación irrecuperable» y «no va a ser fácil» dar marcha atrás a la situación porque ha acusado al Ejecutivo de «destruir todos los consensos básicos». Así, ha advertido a Rajoy de que «la España que salga de la crisis será más injusta, más pobre y más inhumana».

Ante esta situación de «emergencia nacional», Rubalcaba ha preguntado «por qué no intentar un acuerdo ambicioso por el empleo y la cohesión social», sobre todo porque, tal y como ha recordado, «la experiencia demuestra» que tanto en el Congreso como fuera de él ya se han logrado acuerdos en distintos asuntos. Según ha remarcado, esto es «lo que piden los españoles y lo que necesita España».

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