El Rey se recupera satisfactoriamente de la operación de cadera a la fue sometido el viernes, y ayer recibió la visita de la Familia Real al completo, incluido su yerno, Iñaki Urdangarin, al que no se veía en público junto a ellos desde hace más de un año, en la Fiesta Nacional del octubre de 2011.


Completamente inesperada para los numerosos medios de comunicación apostados a la puerta del Hospital Quirón San José, la aparición de Urgandarin se produce en la misma semana en la que se ha conocido que el fiscal pide una fianza de 8,2 millones de euros para él y para su exsocio Diego Torres en el llamado caso Noos.
Por la mañana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se había desplazado al centro sanitario para conocer de primera mano la evolución del monarca, dando alguna pista significativa.

Huevos fritos

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«Estaba sentado, le he visto muy animado y me ha dicho que ha desayunado dos huevos fritos; yo creo que eso es demostración inequívoca de que está bien», subrayó el presidente.


Una hora después de que se hubiera marchado Rajoy, llegaba a las puertas del hospital un monovolumen oscuro conducido por Iñaki Urdagarin, acompañado en el asiento del copiloto por la infanta Cristina, y con la Reina, la infanta Elena y su hijo mayor, Juan Valentín, a bordo del vehículo.

Unos minutos después estacionó en la entrada otro automóvil oscuro, conducido por el Príncipe, que acudía al hospital acompañado por la princesa de Asturias y las infantas Leonor y Sofía. De esta manera, el Monarca recibió ayer tarde a toda la Familia Real al completo, si bien la salida de sus miembros del centro sanitario se ha hecho de forma separada.