Benedicto XVI ha denunciado que en la sociedad actual se constata «una especie de eclipse de Dios, un rechazo al cristianismo y la negación de la fe recibida», y que se corre el riesgo de perder lo que más profundamente «nos caracteriza». Ante esta denuncia, el Sumo Pontífice ha reclamado «radicalidad evangélica».


El Papa ha hecho estas manifestaciones ante 1.664 religiosas, menores de 35 años, con las que se ha reunido en el Patio de los Reyes del monasterio de El Escorial, en su segundo día de estancia en España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. El Pontífice ha afirmado que era una «gozo» poder reunirse con las monjas, muchas de ellas de vida consagrada y otras dedicadas al cuidado de enfermos y a la educación, y ha declarado que la elección de consagrarse a Cristo cobra gran relevancia en la actualidad.


«En la sociedad actual se constata una especie de eclipse de Dios, una cierta amnesia, más aun, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza», ha señalado Benedicto XVI. En este sentido, ha agregado que frente al relativismo y la mediocridad, surge la necesidad de esa radicalidad, «que testimonia la consagración como una pertenencia a Dios sumamente amado».

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Poco después y ante más de 1.500 docentes, el Papa ha vuelto a estar incisivo. Benedicto XVI advirtió de los «abusos» de una ciencia «sin límites» y aseguró que cuando se elimina toda referencia a Dios se puede llegar al totalitarismo político y que por ello la universidad es la que preserva de esa visión reduccionista y sesgada del ser humano.


Circunstancias difíciles


El Papa, teólogo y durante 25 años profesor de universidad, expresó su satisfacción por encontrarse con los profesores universitarios, de los que dijo prestan una espléndida colaboración en la difusión de la verdad, «en circunstancias no siempre fáciles». El obispo de Roma, volvió a defender que se puede llegar a Dios a través de la razón, dijo que los jóvenes necesitan puntos de referencia a los que anclarse en la sociedad.


«Pero, dónde encontrarán los jóvenes esos puntos de referencia en una sociedad quebradiza e inestable?» se preguntó el papa, que señaló que muchos piensan que la misión de un profesor universitario es exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan la demanda laboral en cada preciso momento.
Los profesores han regalado al papa una cerrada ovación al final de sus palabras. El pontífice, entre importantes medidas de seguridad, y acompañado del ministro de Educación, Àngel Gabilondo, ha salido a saludar al Patio de los Reyes, entre explosiones de júbilo.