«Los cálculos actuales apuntan a que el gas llegará a Letonia. Tendremos suficiente gas para la temporada de calefacción», ha subrayado en declaraciones a la agencia de noticias LETA. Rusia ha suspendido recientemente las entregas de gas a varios países de la UE, incluidos Polonia y Bulgaria, ante su negativa a pagar en rublos, una regulación anunciada por el presidente ruso Vladimir Putin había presentado como reacción a las sanciones de la UE contra Rusia. Concretamente, el 27 de abril, Gazprom anunció que había suspendido por completo el suministro de gas a la empresa búlgara Bulgargaz y a la polaca PGNiG. El 21 de mayo se dio a conocer la suspensión del suministro la empresa finlandesa Gasum se detuvo por el mismo motivo.
A continuación, se detuvieron las entregas a la danesa Orsted, la holandesa GasTerra y Shell Energy Europe. Los pagos hasta entonces se hacían habitualmente en euros o dólares. El Gobierno de Letonia, que no ha reaccionado por el momento a había declarado recientemente su intención de suspender las importaciones de gas ruso por completo a partir de enero de 2023 en respuesta a la guerra rusa contra Ucrania. Sin embargo, el año pasado, Letonia aún compraba alrededor del 90 por ciento de su gas a Moscú. También cabe recordar que la compañía redujo drásticamente el miércoles las entregas de gas a Europa a través del gasoducto Nord Stream a alrededor del 20 por ciento de su capacidad. La empresa gasista letona Latvijas Gaze ha anunciado recientemente que está comprando gas en euros a Rusia, pero no a Gazprom.
La empresa no ha revelado el nombre del nuevo suministrador. Gazprom tiene un 34 por ciento de las acciones de Latvijas Gaze. «Letonia está comprando gas ahora mismo, sí, pero no a Gazprom porque no hay forma de que podamos pagar a Gazprom. Tenemos un proveedor distinto», ha explicado el máximo responsable de Latvijas Gaze, Aigars Kalvitis, en declaraciones a LETA. Sin embargo, no ha querido concretar el nombre de este proveedor porque «es una información empresarial que no tratamos públicamente». Alemania, uno de los países más afectados por la reducción, argumenta que los cortes son simplemente un castigo de Rusia por las sanciones.
«Intenta debilitar el gran apoyo a Ucrania y abrir una brecha en nuestra sociedad. Para ello, agita la incertidumbre y hace subir los precios. Estamos contrarrestando esto con unidad y acción enfocada. Estamos tomando precauciones para pasar el invierno», ha lamentado Habeck. La Unión Europea en su conjunto --y Alemania en particular-- dependen en gran medida del gas ruso y, aunque se están moviendo rápidamente para encontrar alternativas, la energía sigue siendo un área de vulnerabilidad. Rusia ha cortado ya el suministro de gas a Polonia, Bulgaria, Finlandia, Países Bajos y Dinamarca por negarse a pagar en rublos. La UE ha instado a sus miembros a pagar en la moneda recogida en los contratos y no en rublos como exige Moscú.
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