Los líderes de la Unión Europea han acordado este jueves ofrecer a Reino Unido retrasar el Brexit al menos hasta el 12 de abril, aunque la semana próxima el Parlamento británico tumbe por tercera vez el acuerdo de salida negociado durante los dos últimos años entre Londres y Bruselas.
«Todos somos conscientes objetivamente de lo difícil que es esta situación y del hecho de que aún no hemos encontrado la solución final, pero sí hemos hecho para facilitar el proceso. Aún hay varias opciones abiertas», ha dicho el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, en una rueda de prensa tras cerca de seis horas de reunión.
May pidió formalmente por carta a sus aún socios europeos retrasar del 29 de marzo al 30 de junio la salida de Reino Unido, con la promesa de someter a una nueva votación el acuerdo de salida la semana próxima, y ganarla. También dijo que no contemplaba convocar las elecciones europeas de mayo, lo que en la práctica ha limitado el calendario para la prórroga.
Finalmente, la fórmula que han pactado los líderes y que Tusk ha trasladado a May contempla una prórroga hasta el 22 de mayo en caso de que la próxima semana la Cámara de los Comunes apruebe el Tratado de Retirada que ya ha rechazado en dos ocasiones.
Sin embargo, la propuesta diseñada por los 27 ofrece también una prórroga sin condiciones, aunque más corta, «hasta el 12 de abril», en el caso de que el Parlamento británico no respalde el pacto de divorcio.
En el marco de esta hipótesis, el bloque «espera que Reino Unido indique el modo de avanzar antes de esta fecha, para que lo estudie el Consejo». Preguntando por hasta cuándo está la UE dispuesta a aplazar el Brexit, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha evitado la respuesta directa y ha dicho que «hasta el final».
La razón de marcar el 12 de abril como tope a la prórroga sin condiciones es que es también el último día en que Reino Unido puede convocar las elecciones al Parlamento europeo, que está obligado a convocar si para la fecha de su celebración (del 23 al 26 de mayo) sigue siendo un Estado miembro.
En un último intento por ganar el apoyo de Westminster, los líderes también han confirmado el acuerdo que May cerró con Juncker hacer diez días en Estrasburgo (Francia), para dotar de mayor claridad jurídica a las garantías de que la salvaguarda irlandesa es un mecanismo de último recurso.
NO HABRÁ RENEGOCIACIÓN
Además han recalcado que el Tratado de Retirada «no puede ser reabierto» y por eso cualquier declaración o compromiso futuros deberán ser «compatibles con el espíritu y la letra» de este acuerdo.
El texto de conclusiones adoptado por unanimidad por los 27, además, recoge la disposición a seguir preparando a todos los niveles los planes de contingencia para mitigar los daños de un eventual Brexit caótico, que tendrán en cuenta todos los posibles escenarios.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha destacado, por su parte, que el bloque ha dado a May una prórroga como ella quería, pero lo ha hecho «con nuestros límites y nuestras condiciones».
Así, el mandatario galo ha explicado que la oferta europea da a Reino Unido hasta mediados de abril para «aclararse» sobre lo que quiere, favorece una solución para una desconexión ordenada y permite a la UE «no caer en la trampa de asumir el papel de malo».
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado que con la prórroga del Brexit que han ofrecido los 27 a la primera ministra británica, Theresa May, han hecho «un esfuerzo de empatía» para tratar de evitar una salida caótica.
Mientras, May ha dicho al abandonar la reunión que trabajará «duro» los próximos días para ganar la votación en la Cámara de los Comunes y cumplir así con la condición para disfrutar del aplazamiento al 22 de mayo para preparar una salida suave.
FALTA DE CLARIDAD
El bloque se mostró inicialmente abierto a conceder una prórroga corta, considerada de carácter «técnico», para asegurar que Reino Unido tuviera tiempo de preparar su salida de manera ordenada, y siempre condicionado al visto bueno de Westminster al acuerdo de divorcio, que la UE considera innegociable.
Sin embargo, tras discutir durante 90 minutos con May sobre sus planes, los líderes han concluido este jueves que falta claridad en su propuesta y han encajado con «pesimismo» las «evasivas» de la británica sobre cómo pensaba afrontar el posible escenario de que fracasara en los intentos para salvar el acuerdo, según han indicado distintas fuentes diplomáticas.
May se ha aferrado a que solo contempla el 'plan A' de que la Cámara de los Comunes adopte el acuerdo de salida y, por tanto, no ha querido abordar otras hipótesis.
«No tiene un plan 'B', así que no es posible que los líderes mantengan una discusión estructurada, tienen que discutirlo ahora», han explicado a Europa Press fuentes europeas, para explicar que a última hora del jueves convivan distintas propuestas sobre cómo articular la prórroga.
Preguntados más tarde por el ambiente del encuentro, tanto Juncker como Tusk han asegurado que el ambiente ha sido «positivo» y «constructivo», si bien el jefe del Ejecutivo comunitario ha avisado de los límites de la «paciencia» del bloque europeo.
2 comentarios
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El problema es que creían que saldrían a la carta cogiendo solo lo bueno del paquete, se lo tenían muy creido... Pues no, aquí si te vas es para lo bueno y lo malo, y eso es lo que les ha puesto los pelos de punta, ahora sí votaran nuevamente saldría un resultado bien distinto, le han visto las orejas al lobo.
Esto huele a crak catacrak,