Las autoridades de Cuba han expresado este lunes su preocupación ante las consecuencias que puede acarrear a largo plazo la suspensión de la emisión de visados en la Embajada estadounidense en La Habana y ha alertado de que la situación perjudica «gravemente» a las familias.

«La delegación cubana ha expresado su preocupación por el impacto negativo que puede tener la decisión unilateral, infundada y políticamente motivada de Washington sobre las relaciones migratorias entre ambos países», ha manifestado el Ministro de Asuntos Exteriores cubano en un comunicado tras una nueva ronda de conversaciones sobre inmigración entre los dos estados.

La medida fue adoptada a principios de octubre por las autoridades estadounidenses en respuesta a los «incidentes» sufridos por el personal que trabajaba en el edificio. Asimismo, Washington ordenó la retirada de gran parte de los diplomáticos y dejó únicamente en la Embajada al personal más esencial.

En este sentido, la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha revertido las decisiones aperturistas tomadas por el exdirigente Barack Obama al final de su mandato, lo que ha supuesto un paso atrás en las relaciones bilaterales ente Estados Unidos y Cuba. La emisión de visados quedó suspendida prácticamente en su totalidad de forma indefinida.

Las declaraciones del Gobierno cubano han tenido lugar después de que la jefa del Ministerio de Exteriores para Asuntos estadounidenses Josefina Vidal se reuniera con el vicesecretario adjunto del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental John Creamer para abordar una serie de cuestiones sobre inmigración.

Muchos cubanos han mostrado su frustración debido a la incapacidad de visitar a sus seres queridos en territorio estadounidense, donde residen al menos 2 millones de ciudadanos de nacionalidad cubana.

Según el Ministerio de Exteriores de la isla caribeña, la medida ha «afectado seriamente el funcionamiento de la misión diplomática, particularmente al Consulado, así como a los servicios ofrecidos a los cubanos que residen en Estados Unidos».

Asimismo, el organismo ha aseverado que la decisión de restringir el viaje y cancelar las visitas oficiales de las delegaciones estadounidenses a Cuba tiene un «efecto contraproducente» sobre la cooperación entre Washington y La Habana en campos como el de inmigración