La Unión Europea y la Unión Africana se han comprometido a poner a disposición aviones para proceder a la evacuación inmediata de 3.800 inmigrantes africanos en Libia, en el marco de su cumbre en Abiyán con el apoyo de la ONU.
«El Rey de Marruecos ha decidido poner aviones a disposición de la 'task force' para ir a buscar a los refugiados inmediatamente, nos ha informado (el presidente francés, Emmanuel) Macron», ha explicado en rueda de prensa el presidente de Guinea y responsable de la Unión Africana, Alpha Condé, al término de la quinta cumbre entre la UE y la UA en Abiyán.
La Unión Africana, la UE y la ONU acordaron este miércoles, durante la primera jornada de la cumbre, la creación de un grupo de trabajo para «salvar y proteger las vidas de los inmigrantes y refugiados», especialmente los que se encuentran atrapados en Libia, y «acelerar» sus retornos voluntarios a sus países de origen o su acogida, en el caso de que necesiten protección internacional.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana y exministro de Exteriores chadiano, Moussa Faki Mahamat, ha explicado que las tres organizaciones han acordado poner en marcha el grupo con el objetivo de «actuar para repatriar al menos» los 3.800 inmigrantes, incluidos mujeres y niños, que hay en un campamento en Libia, en su mayoría procedentes del África occidental, que están en «una situación inhumana» y que quieren salir de Libia «lo antes posible».
«Hemos pedido a la Unión Europea que apoye los esfuerzos de Marruecos para que podamos repatriar lo más rápidamente posible a los 3.800 que hay» en uno de los campamentos en Trípoli, ha explicado Condé. «Vamos a multiplicar el número de aviones», ha explicado, insistiendo en que la UE, Francia, Alemania y los países africanos cooperarán para que estos puedan «volar rápidamente».
«Cada país que tiene ciudadanos ahí van a enviar un representante enseguida para emitir los 'lassez passer' para que puedan irse inmediatamente. Esto debe hacerse inmediatamente para evacuar estos 3.800. Luego veremos el resto de campos», ha explicado el presidente guineano.
Mahamat ha explicado que el Gobierno libio les ha informado de que hay 42 campos, aunque ha dado por hecho que hay «algo más». «Hablamos de entre 400.000 y 700.000 inmigrantes africanos en Libia», ha alertado. Por ello, ha insistido en la necesidad de «socorrer de urgencia» las personas en situación más vulnerable y reflexionar --la ONU, la UE y la Unión Africana-- en «soluciones más perennes» para la inmigración.
«Hemos tenido algunas divergencias, notablemente sobre la inmigración. Evidentemente no podemos aceptar que los europeos nos digan aceptar a vuestros hijos o os vamos a quitar los visados», ha avisado Condé.
No obstante, ha incidido en que «no son los europeos los que vienen a organizar los tráficos» en África. «Son nuestros propios conciudadanos. Hace falta que asumamos responsabilidades (...) y nos impliquemos en combatir de forma concreta estos traficantes», ha dicho.
«Por eso hemos acordado desplegar en los diferentes países fuerzas especializadas para la lucha contra los traficantes», ha explicado el presidente de la Unión Africana, que ha insistido en la necesidad de «cerrar» las cuentas bancarias que utilizan, incluido en Dubai y Europa. «Cada país tiene responsabilidad para luchar para cerrar estas cuentas», ha zanjado.
El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró el miércoles que la operación de evacuación de emergencia acordada por los líderes de Libia, Francia, Alemania, así como países como Chad y Níger, entre otros comentaría «en los próximos días y semanas». También acordaron una cooperación «estrecha» a nivel operativo entre los servicios de Inteligencia y Policía para desmantelar las redes de tráfico, cortar su financiación y detener a los traficantes.
«Los Estados miembro tienen que reaccionar a lo que el presidente Macron planteó ayer», ha explicado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, al ser preguntado por la presunta idea de Francia de lanzar una operación militar y policial conjunta en la zona, tras recalcar que la UE no tiene «competencia en el ámbito militar».
El presidente de la Comisión de la Unión Africana ha incidido en que «hace falta cooperación en inteligencia, en materia policial» para combatir a «todas las filiales» de traficantes, en territorio libio, en otros países africanos y en Europa. «Es lo que está en el orden del día», ha dicho, desmintiendo la idea de una operación militar de mayor envergadura. También ha insistido en que atajar «las fuentes de su financiación» requiere la cooperación «de todos los países», así como para enjuiciarles.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha insistido en que gestionar la inmigración es «una responsabilidad conjunta», especialmente frente al «abuso más cínico de personas» expuesto en Libia y ha defendido garantizar que las personas «atrapadas» en Libia puedan volver a su casa de forma «segura», al tiempo que ha vuelto a pedir «imponer sanciones de la ONU contra los traficantes de personas».
«Claramente tenemos que seguir trabajando en vías legales para la inmigración», ha dicho Tusk, que ha rechazado sin embargo que no hay «ninguna vía legal» para venir a Europa tras recordar que los países de la UE emitieron 3,4 millones de permisos de residencia a extranjeros en 2016, incluidos algunos países del Norte de África, entre los más beneficiados, acogen al 45% de los estudiantes internacionales, incluidos de países africanos y son de «los más generosos» a la hora de acoger a refugiados directamente de países en conflicto. «Contribuye a la narrativa de los traficantes», ha insistido, dejando claro no obstante que tampoco «debe hacer vías de entrar en Europa ilegalmente».
«Tenemos que reforzar este proceso de inmigración legal, pero al mismo tiempo tenemos que parar juntos la inmigración ilegal. Esta es nuestra obligación común», ha concluido Tusk. INVERTIR EN ÁFRICA PARA RETENER A JÓVENES Y FRENAR INMIGRACIÓN
Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y de la Unión Africana han exhibido en cambio un acuerdo pleno en la necesidad de invertir en los jóvenes y en el desarrollo socioeconómico de África, fomentando las inversiones privadas, para frenar precisamente su inmigración a Europa y han reivindicado una cooperación «entre iguales» para hacer frente a desafíos comunes como el terrorismo y el crimen organizado y la lucha contra el cambio climático.
«Hay que encontrar soluciones inmediatas para encontrar trabajos para nuestros jóvenes y animarles a que no emigren», ha explicado Condé, mientras que el exministro de Exteriores chadiano ha dejado claro que su objetivo es «mantener» a sus jóvenes en casa para «que trabajen para el progreso y el desarrollo de este continente».
«No hemos venido para dar lecciones a nuestros amigos africanos», ha dicho Juncker, que ha defendido con todo que «Europa es un socio fiable» de África, ha insistido en la necesidad de procurar la «felicidad en África» de los jóvenes y ha puesto en valor el plan europeo de inversiones en el exterior que movilizará hasta 44.000 millones de euros en inversiones privadas, especialmente en África. «Sigo convencido de que África y la UE podemos hacer grandes cosas», ha dicho.
La diferencia es que antes África no hablaba con una voz», ha avisado Condé, que ha defendido que ahora el continente es más fuerte para defender sus intereses frente a Europa. «Nuestros amigos entienden ahora que tienen que escucharnos», ha remachado, tras recordar que «hoy todo el mundo reconoce» que la intervención militar en Libia que acabó con el régimen de Gadafi --y que los países africanos rechazaban-- «fue un error». Según ha incidido Condé, el propio expresidente estadounidense Barack Obama ha reconocido que fue «el mayor error» que cometió.
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