En el referendo del pasado jueves, el 51,9 % de los británicos se pronunció a favor de la ruptura con Bruselas, en un país que alberga actualmente a 3,3 millones de ciudadanos comunitarios, de los que el 4 % son españoles, con un total de 200.000 censados de ese país.
En algunas áreas del Reino Unido con fuerte presencia de inmigración polaca, como en la localidad de Huntingdon, en el condado inglés de Cambridgeshire, los vecinos han encontrado panfletos que decían en inglés y en polaco «Dejamos la UE. Se acabó la plaga polaca», según fotografías publicadas por la prensa.
En Londres, la Policía Metropolitana investiga las pintadas xenófobas halladas en un centro comunitario cultural polaco en el barrio de Hammersmith, al suroeste de la ciudad, y Scotland Yard confirmó este miércoles mismo la detención de un varón de 41 años en el norte de la capital por «incitar al odio racista» en las redes sociales.
Por su parte, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña ha contabilizado en los últimos días un centenar de «incidentes de odio» y ha pedido a la ministra del Interior, Theresa May, que profundice en la seguridad de los inmigrantes.
Ante esta proliferación de brotes xenófobos, el primer ministro, David Cameron, afirmó este miércoles en el Parlamento que el Ejecutivo planea anunciar «en breve» un plan de acción a fin de atajar estos ataques «horrorosos» que deben «parar», si bien no desveló los detalles.
El profesor en política internacional Simon Philpott, de la Universidad de Newcastle (norte de Inglaterra), responsabilizó en parte a la campaña realizada por el bando a favor del «brexit» por haber «exacerbado» los brotes racistas en el país.
El experto dijo que teme que las expectativas para que haya «niveles bajos o cero de inmigración» contribuirán a «empeorar» esa crispación.
«Considero que las manifestaciones públicas del racismo se harán más comunes y más extremas», anticipó el analista tras argumentar que el «tono» del debate de los partidarios del «brexit» ha «legitimado los puntos de vista racistas».
En este sentido, a su juicio, figuras como el exalcalde de Londres el tory Boris Johnson,y el líder del eurófobo UKIP, Nigel Farage, han sido «particularmente lamentables» durante la campaña.
El rumano Radu Cinpoes, jefe del Departamento de Políticas, Derechos Humanos y Relaciones Internacionales de la Universidad de Kingston, en Londres, vinculó la proliferación de esos incidentes racistas a la «campaña de miedo» contra los inmigrantes hecha por el campo del «brexit» y a la prensa conservadora de este país.
Cinpoes, ponente invitado del centro cultural rumano en Londres, opinó que los diarios «de ideología de derecha» nacionales «desarrollaron continuamente una campaña de temor, en la que demonizaron al inmigrante», con lo que ahora «no sorprenden» estos incidentes.
Muchos votantes del «brexit» contaban, además, con ver un «cambio inmediato» en los niveles migratorios de este país tras el referendo, lo cual es «muy poco probable» en el corto plazo, apuntó en declaraciones a Efe.
Según este razonamiento, esa «decepción» podría «alimentar» de alguna manera los brotes xenófobos, pues sus autores encuentran «legitimación» en sus actos a la luz del desenlace del referendo.
Para el experto en Ciencias Políticas de la Universidad de Bristol (oeste inglés) Mark Wickham-Jones, la campaña por la salida de la UE «sobrepasó los límites de lo que son argumentos aceptables en política» y el Gobierno debe ahora «enviar una clara señal que indique que la xenofobia es inaceptable».
En cuanto al efecto psicológico que sufren muchos de los extranjeros tras el plebiscito, el polaco Marek Komaga admitió a Efe que el «brexit» le ha provocado «perplejidad» y «disgusto» y que había dejado una sensación en el inmigrante de «no ser bienvenido».
Tras más de diez años viviendo en este país y trabajando en la City de Londres -su centro financiero-, Komaga señaló que la situación es «particularmente triste en un país que en los últimos años se distinguía por su mentalidad abierta hacia la sociedad».
También la Asociación de Directores de Colegios de Londres (NAHT) mostró su inquietud en una carta al Gobierno, en la que subraya que algunos de los alumnos «están preocupados ante la posibilidad de que les obliguen a abandonar el país».
Por su parte, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, instaba a las autoridades británicas a «actuar para parar estos actos xenófobos» y «asegurar que todo aquellos sospechosos de racismo y ataques anti-extranjeros sean procesados».
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