El presidente de la Corte Penal de El Cairo, Mahmud al Rashidi, decidió retrasar la lectura de la sentencia, que estaba prevista para hoy, porque necesita más tiempo para terminar de consultar y revisar la documentación aportada.
Se trata de 160.000 folios que no pudieron ser trasladados a la sede donde se celebra el juicio, en la Academia de la Policía, a las afueras de la capital, por su gran tamaño.
En lugar de llevarlos, como exige la ley, el tribunal difundió un vídeo en el que se observaban montañas de papeles mientras una mujer iba explicando su contenido en general.
Al aplazar la sesión, Al Rashidi explicó que solo han podido estudiar el 60 por ciento de los documentos y ordenó que los acusados, que se desplazaron al tribunal para escuchar la sentencia, permanezcan en prisión.
Mubarak llegó a la academia en helicóptero desde el hospital de Maadi, en el sur de la capital, donde está bajo arresto domiciliario.
Con rostro sereno y las gafas de sol con las que suele aparecer en el juicio, el expresidente de 86 años escuchó las explicaciones del juez recostado en una camilla, como en ocasiones anteriores.
Además, estuvieron presentes el exministro egipcio del Interior Habib al Adli y seis de sus ayudantes, que igualmente afrontan cargos por la muerte de manifestantes.
También comparecieron Alaa y Gamal Mubarak, que siguen procesados junto a su padre y al empresario fugado Husein Salem por supuestamente enriquecerse por la venta de gas a Israel a precios por debajo de los de mercado.
El abogado de la acusación Gomá Mohamed señaló a Efe que el juez no quiso dictar hoy sentencia en su intento de ganar tiempo para tenerlo todo justificado y para que la sociedad no dude en la «integridad» de la justicia egipcia.
Otro de los letrados, Ashraf Atua, consideró que la decisión de aplazar el fallo fue «totalmente correcta y la corte tiene todo el derecho a hacerlo».
El nuevo proceso a Mubarak comenzó el 13 de abril de 2013, después de que en enero de ese año una corte anulara la condena a cadena perpetua impuesta al expresidente y a Al Adli, tras hallar una serie de irregularidades, y resolviese repetir el juicio.
Lo que comenzó llamándose «el juicio del siglo», debido a la expectación originada por el procesamiento de un mandatario derrocado a raíz de la conocida como Primavera Árabe, ha perdido interés en los medios de comunicación y la opinión pública local en general.
Mientras, en los últimos meses, distintas figuras del régimen de Mubarak (1981-2011) han sido absueltas por delitos relacionados principalmente con la corrupción.
Por el momento, Mubarak solo ha sido sentenciado a tres años de cárcel por apropiación indebida de fondos públicos en un caso relacionado con el presupuesto de los palacios presidenciales.
En ese juicio, que se resolvió el pasado mayo, sus hijos Alaa y Gamal recibieron penas de cuatro años por los mismos cargos.
La única vez que se ha podido escuchar en público a Mubarak desde que fuera arrestado fue el pasado 13 de agosto, cuando habló ante el tribunal y defendió el legado de sus tres décadas de mandato.
En la que dijo que sería su última alocución a los egipcios, reiteró su inocencia y destacó que «nunca dio órdenes de matar a manifestantes ni de derramar sangre egipcia».
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