La Casa Blanca se negó ayer de nuevo a confirmar la expulsión del jefe de la CIA en Berlín al afirmar que no resolverá sus «diferencias» con Alemania a través de los medios de comunicación, pero aseguró que el Gobierno alemán conoce bien qué tipo de actividades de inteligencia hace EE UU en su país.

«Cualquier diferencia que tenemos se resuelve más eficazmente a través de los canales privados establecidos, no a través de los medios de comunicación», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su conferencia de prensa diaria.

Esos canales privados «incluyen, según comentó Earnest, conversaciones regulares entre funcionarios de inteligencia y de seguridad y diplomáticos de los dos países».

Por tanto, el portavoz presidencial no confirmó siquiera la expulsión del jefe de los servicios de espionaje estadounidenses en Berlín, anunciada este jueves por el Gobierno alemán, indignado por las actividades de dos supuestos espías de Washington en su país.

Inteligencia

«Puedo decir que Estados Unidos entiende la importancia de este asunto, y respeta los deseos del Gobierno alemán en lo relativo a la acreditación y presencia de diplomáticos estadounidenses en Alemania», señaló Earnest.
No obstante, afirmó que «aliados con agencias de inteligencia sofisticadas como Estados Unidos y Alemania entienden con cierto grado de detalle exactamente lo que implican esas relaciones y actividades de inteligencia».

Por su parte el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, abogó ayer por refundar las relaciones con EEUU sobre unos «fundamentos sinceros», a lo que Earnest respondió simplemente que Washington está «comprometido con su fuerte relación con Alemania».

«De hecho la relación con Alemania y la cooperación en materia de inteligencia continúa» pese a las tensiones, garantizó el portavoz.

La decisión de Alemania de pedirle al jefe de la CIA en Berlín que abandone el país es una respuesta adecuada e inevitable a las nuevas acusaciones de que Estados Unidos espió a su aliado, puntualizó ayer Steinmeier.

«Nuestra decisión de pedir al actual representante de esos servicios de inteligencia que abandone Alemania es la decisión correcta, un paso necesario y una reacción apropiada por la ruptura de la confianza que se ha producido», dijo.

Está previsto que el ministro alemán se reúna con el jefe de la diplomacia de EEUU, John Kerry, cuando ambos acudan a Viena este fin de semana a impulsar las negociaciones nucleares con Irán, aprovechando el contacto para hablar sobre la actualmente maltrecha «confianza mutua».