Un grupo de personas camina con sus pertenencias al salir de Ucrania en el puesto fronterizo de Izvaryne, que da entrada a Rusia. | SHAMIL ZHUMATOV

El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, anunció ayer la entrada en vigor de un alto el fuego en el este del país y presentó su plan de paz para el arreglo del conflicto armado entre los insurgentes prorrusos y el Ejército. «Las fuerzas de la operación antiterrorista a partir de hoy y hasta el próximo 27 de junio cesan las acciones militares», dijo el mandatario ucraniano en la ciudad de Sviatogorsk, de la rebelde región de Donetsk.

La respectiva orden fue emitida para todas las unidades de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional y las Fuerzas Fronterizas de Ucrania, según un comunicado del servicio de prensa presidencial. «El Ejército ucraniano cesa el fuego. Pero eso no quiere decir que no ofrezcamos resistencia en caso de agresión contra nuestros militares», advirtió Poroshenko.

Unidad

También agregó: «Haremos todo lo posible para defender el territorio de nuestro Estado». Además, el presidente subrayó que la integridad territorial «ni siquiera es tema para discutir».

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Poroshenko presentó también un plan de paz para las regiones del este del país, donde los combates entre las tropas gubernamentales y las milicias prorrusas han causado ya centenares de muertos. El documento, publicado en la página web del mandatario ucraniano, incluye medidas como garantías de seguridad para los participantes en eventuales negociaciones sobre el arreglo del conflicto, la liberación de los rehenes y el rechazo a la persecución judicial de los que depongan las armas.

Además, prevé la creación de una zona especial de control estatal de fronteras, la apertura de corredores para una salida sin obstáculos de los combatientes, el desalojo de sedes de organismos estatales y la descentralización del poder en favor de las regiones. Poroshenko también propone crear unidades policiales conjuntas para patrullar las calles de las regiones de Donetsk y Lugansk, bastiones de la sublevación prorrusa.

El plan, además, subraya que «el presidente ucraniano garantiza la seguridad para todos los residentes de la región (minera) de Donbass independientemente de sus posturas políticas». El documento del mandatario ucraniano contó con el apoyo del canciller ruso, Serguéi Lavrov, y su homologo ucraniano, Pavló Klimkin, según la cancillería ucraniana.

La Presidencia rusa, sin embargo, destacó asimismo que «lamentablemente, el primer análisis (del plan de Poroshenko) muestra que no se trata de una invitación a la paz, sino un ultimátum a los milicianos del sureste de Ucrania para que depongan las armas».