Mazowiecki fue activista católico, miembro fundador del sindicato «Solidaridad» y estrecho colaborador del expresidente polaco Lech Walesa, además de escritor, periodista, filántropo y político cristianodemócrata.
Conocido por haber impulsado un ambicioso programa de reformas durante su mandato, el fallecido fue famoso por haber hablado, en su discurso inaugural como primer ministro, de una «gruesa línea» que los polacos debían trazar para separar el presente del pasado en el ámbito económico.
«Responderemos tan sólo por lo que nosotros hemos hecho para ayudar a Polonia a salir de esta crisis», aseguró.
Tras su trienio como primer ministro, Mazowiecki creó su propio partido, que se convirtió en espina dorsal de la coalición gubernamental a principios de los años 90, hasta que la formación eligió en 1996 a otro líder y él abandonó la primera línea de la política nacional.
Mazowiecki, de familia noble, nació en Plock (centro de Polonia) en 1927 y cursó estudios de Derecho en la Universidad de Varsovia, aunque nunca se graduó.
Fue miembro de la asociación católica PAX, controlada por el Partido Comunista durante una década, hasta que en 1955 fue expulsado por liderar la denominada oposición interna.
Entre 1961 y 1972 Mazowiecki fue parlamentario por el partido católico ZNAK y en 1976, cuando no se le permitió presentarse como parlamentario, se unió a la oposición política.
En agosto de 1980, encabezó un grupo de expertos que apoyó a los huelguistas de Gdansk en sus negociaciones con el gobierno comunista y un año más tarde fue encarcelado tras la imposición de la ley marcial.
Mazowiecki jugó un importante papel en las conversaciones de la mesa redonda polaca para posibilitar el cambio político en su país y fue uno de los principales arquitectos del acuerdo que permitió la celebración, el 4 de junio de 1989, de unas elecciones parcialmente libres, en las que ganó por mayoría «Solidaridad».
El sindicato presionó a continuación al entonces presidente polaco, Wojciech Jaruzelski, para que nombrase a uno de sus miembros como primer ministro, algo a lo que este último accedió tras una reunión con Walesa el 17 de agosto de 1989.
Cuatro días más tarde, Jaruzelski designó -por intercesión de Walesa- a Mazowiecki primer ministro, cargo en el que fue ratificado tres días más tarde por el Parlamento polaco.
En 1990, fue candidato frente a Walesa en las primeras elecciones democráticas a la presidencia de Polonia, pero en la primera vuelta fue desbancado al tercer lugar y dio su apoyo al líder de «Solidaridad», quien finalmente logró proclamarse presidente del Polonia.
Mazowiecki fue relator especial de Naciones Unidas para Bosnia y Herzegovina en 1992 y tres años más tarde firmó un informe sobre violaciones de los Derechos Humanos en la antigua Yugoslavia.
En 1995, el político polaco dimitió de este cargo como protesta por la falta de respuesta de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas durante la guerra de Bosnia, y en particular en Srebrenica.
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