Al menos 150 personas murieron hoy y cientos más resultaron heridas tras una serie de explosiones provocadas por el incendio de un depósito de armas y municiones en la capital de la República del Congo, informó el diario local Les Depeches, oficialista.
Las explosiones, que se produjeron a primera hora de la mañana y que también han dejado enormes daños materiales, fueron seguidas por pequeñas deflagraciones, y afectaron también a la vecina ciudad de Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo.
Los múltiples estallidos, que se produjeron a primera hora de la mañana en el barrio de Mpila, provocaron un estado de pánico tanto entre la población de Brazaville como la de Kinshasa, dos ciudades separadas tan sólo por el río Congo.
Tras el siniestro se desplegaron en el lugar varias unidades de bomberos, de la Policía, de la Gendarmería y voluntarios de la Cruz Roja congolesa, mientras que a medio día un equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) se trasladó al Centro Hospitalario Universitario (CHU) de Brazaville, que recibió a un gran número de las víctimas.
Según el jefe de la misión de MSF Francia en Brazaville, el doctor Diplo, «se necesita una mayor organización en reparto de los heridos» e indicó que algunos de ellos fueron enviados al Hospital Militar y al Centro Hospitalario de Makelekele por la saturación que sufrió el CHU.
Las autoridades de Brazaville no han detallado cuáles son los daños que han dejado las fuertes explosiones, aunque testigos presenciales que cita el periódico Les Depeches aseguran que muchas de las viviendas situadas en los alrededores del depósito de armas se derrumbaron tras las explosiones.
«Mis padres viven no muy lejos de Mpila y el techo de su casa se derrumbó. Afortunadamente, no estaban ahí en el momento de la tragedia, pero sus vecinos no tuvieron tanta suerte», explicó a Les Depeches una joven de Brazaville.
La emisora local Radio Okapi asegura en su página web que el origen de la explosión es «un arsenal viejo de armas y munición que el Gobierno iba a destruir», informan las autoridades militares de Brazaville.
Por su parte, el jefe de seguridad del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la RDC, François Nkoy, confirmó la situación de pánico en Kinshasa y aseguró haber pedido a sus residentes a que permanezcan alejados de cualquier ventana.
Según pudo comprobar Efe, un gran número de inmuebles resultaron dañados en Kinshasa, entre ellos el edificio de la Oficina Nacional Congoleña de Transporte (ONATRA), que se encuentra en el puerto de la ciudad y que tuvo que ser evacuado.
Además, el comisario general adjunto de la Policía Nacional de la RDC, Charles Bisengimana, llamó a la población de Kinshasa a la calma en un mensaje difundido por la emisora de radio estatal, RTNC, y les pidió precaución para evitar más heridos.
Bisengimana aseguró asimismo que «no hay nada que temer» y que todo «está bajo control de las Fuerzas de Seguridad» de la RDC.
1 comentario
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Aquesta tragèdia s'assembla molt a l'explosió, a Palma, del "polvorín-revellín". Dones i infants hi buidaven municions obsoletes per recuperar-ne la pòlvora, i tot això per sous de misèria.