Después de una noche de insomnio en las calles Mansur y Nubar, próximas a la plaza cairota de Tahrir y aledañas al Ministerio del Interior, casi un centenar de manifestantes, la mayoría jóvenes, continuó ayer enfrentándose a pedradas a la policía, que a diferencia del día viernes apenas empleó gases lacrimógenos para reprimirlos y se limitó a responder lanzando piedras. Los choques se centraron ayer en la calle Nubar donde una barrera de antidisturbios, parapetados tras una alambrada de espinos, trataba de impedir el paso al Ministerio del Interior de los manifestantes, muchos de ellos ultras de equipo de fútbol Al Ahly, que no paraban de cantar exaltados el himno nacional egipcio y consignas contra la junta militar que gobierna el país.
Adoquines
En la calle quedaban restos de contenedores calcinados, quemados por los jóvenes para evitar el avance de los agentes, y partes de la calzada estaban totalmente cubiertas de adoquines arrancados de las aceras, empleados como arma arrojadiza por los manifestantes y la policía.
Al menos dos jóvenes fueron detenidos por las fuerzas del orden al aproximarse demasiado a la barrera de seguridad y fueron llevados a uno de los furgones policiales aparcados en la retaguardia, junto al Ministerio, mientras eran golpeados con porras por decenas de agentes que se arremolinaron en torno a ellos. Los enfrentamientos se prolongaron hasta la llegada de una delegación de varios grupos de activistas, partidos y personalidades para negociar una tregua con los responsables del Ministerio.
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Com si no haguès prou amb l'integrisme dels islamiste, vet aquí l'itegrisma de la pilota i de la samarreta!