En la presentación en Washington de la actualización del «Informe de Perspectivas Económicas», el Fondo consideró que España tiene ante sí dos años de contracción económica, del 1,7 % en 2012 y del 0,3 % en 2013.
Además, pronosticó que el déficit público alcanzará este año el 6,8 % del PIB y en 2013 el 6,3 %, cifras que superan ampliamente los objetivos fijados por el Gobierno de España -del 4,4 % este año y del 3 % para el siguiente-.
Las nuevas previsiones del FMI revisan a la baja sus propios datos de septiembre pasado, con una reducción de 1,6 puntos para la economía de la Eurozona en 2012 (hasta el -0,5 %) y de 0,7 puntos para 2013 (0,8 %).
El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, afirmó tras la presentación del informe, que la reducción del «déficit fiscal es un maratón y no un sprint», al alertar sobre los peligros de un ajuste fiscal demasiado rápido que pueda afectar al crecimiento en un contexto de debilidad como es el europeo.
Además, destacó que el compromiso del nuevo Gobierno español por hacer lo necesario para recuperar la senda del crecimiento muestra «buenas señales».
«Está claro que (el nuevo Ejecutivo de Madrid) está comprometido con hacer lo necesario, y hasta ahora las señales son buenas», dijo Blanchard.
Por su parte, el director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del Fondo, el español José Viñals, dijo hoy que España debe completar la consolidación de sus cuentas públicas y las reformas estructurales.
Viñals afirmó que hay «piezas fundamentales que faltan completar» en países con «desafíos importantes» como Italia o España.
En su opinión, esos países «tienen que ejecutar las medidas que son necesarias para lograr una consolidación en sus cuentas públicas y para tener una mayor competitividad que les dé mayores posibilidades de crecimiento».
«Todo lo que sea avanzar en el campo de las reformas laboral, financiera, fiscal es absolutamente esencial en España», afirmó Viñals, que entre 2006 y principios de 2009 fue vicegobernador del Banco de España.
Viñals añadió que «el ajuste presupuestario a lo largo del tiempo y las reformas estructurales son absolutamente fundamentales».
Con respecto a Europa, el informe del FMI valora positivamente las importantes medidas tomadas por las autoridades los últimos meses, aunque alerta de que los riesgos de inestabilidad financiera han aumentado, e insta a los dirigentes a incrementar los «cortafuegos» y aumentar los colchones de capital del sector bancario.
Además del riesgo aún no conjurado de las tensiones en los mercados de deuda soberana, el nuevo informe insiste en que las medidas de rápido ajuste fiscal pueden ser contraproducentes y ahogar las posibilidades de recuperación.
Entre otros países citados, el FMI destaca que para Italia prevé una caída del PIB del 2,2 % en 2012 y del 0,6 % en 2013.
Francia crecerá este año un 0,2 % y un 1 % en 2013, y Alemania, que se mantiene como motor europeo, un 0,3 % este año y un 1,5 % el próximo.
No obstante, las economías francesa y alemana no salen indemnes de la desaceleración europea de 2012, ya que estas cifras suponen un empeoramiento de las perspectivas de septiembre pasado de 1,2 puntos en el caso de Francia y de 1 punto en el de Alemania.
El FMI recomienda que, a la vez de mantener «las medidas de ajuste fiscal, la política monetaria debe continuar apoyando el crecimiento, especialmente mientras las expectativas de inflación sigan estando ancladas y el desempleo siga en niveles elevados».
Por ello, considera «importante» que el Banco Central Europeo (BCE) lleve a cabo una «relajación adicional y oportuna de la política monetaria y mantenga las inyecciones de liquidez para mantener la confianza en el euro».
Además, alerta de que los «cortafuegos» europeos, como el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), pueden «no ser suficientes para contener las tensiones de la deuda ante escenarios de presión», al advertir de la necesidad de medidas «urgentes» para controlar la crisis de la deuda en Europa.
Para restablecer la confianza tanto ese fondo temporal, FEEF, como el permanente Mecanismo Europeo de Estabilización (MEDE) deberían «incrementar su tamaño y su flexibilidad en cuanto se presente la ocasión», propone el Fondo.
A la par, el FMI insiste en la necesidad de una recapitalización ordenada de los bancos europeos para restaurar la confianza de los mercados.
1 comentario
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Les censures i ingerències del FMI eren considerades, fa poc, com una vergonya nacional i una causa de desfeta política venidora. Ens hi hem avesat tant que ara semblen gairebé un element de "standing".