Un tanque de las tropas rebeldes pasa por encima de una barricada en la ciudad de Maia en su camino hacia la cercana Trípoli. | Reuters

La situación en Libia se complica por momentos. Mientras la OTAN bombardeaba ayer el cuartel general del líder libio, Muamar al Gadafi, en Bab el Aziziya, en Trípoli, y el aeropuerto de Maitika, también en la capital, recibían el ataque de la coalición internacional. Los combates se produjeron en varios distritos de la capital. Mientras, los rebeldes declararon que controlan uno de los barrios periféricos de la capital y avanzaban sin grandes problemas hacia el centro. Además, cerca de 200 rebeldes libios llegaron a Trípoli en barcos desde Misrata para apoyar a los combatientes que se encuentran en la ciudad.

Fuentes de los activistas contra Gadafi señalaron que estaban «en un feroz enfrentamiento armado con las fuerzas leales aal dictador», dentro de la base aérea Mitiga en el distrito Tajoura de Trípoli.

Víctimas

Las escaramuzas de ayer dieron como resultado la captura del hijo menor de Gadafi, mientras el mayor de ellos se rendía, según fuentes rebeldes, que informaron también de la rendición de la guardia personal del dictador. Fuentes gubernamentales libias informaban a su vez de que en los últimos combates habrían muerto unas 1.700 personas.

De forma inesperada, Gadafi volvió a dirigirse en un mensaje televisado a la nación, en un llamamiento a las armas para defender el país, aunque la transmisión quedó cortada de forma abrupta.

La operación llamada 'El Alba de la Sirena' se inició en la noche previa con la infiltración de dos unidades especiales de combate cuya misión era tomar el control de varias zonas claves de la ciudad. Los aviones de combate de la OTAN permitieron el avance de las fuerzas hasta el corazón de la ciudad, en una operación preparada con mucha antelación.
El plan consiste en conseguir el control de los hoteles, de los aeropuertos civiles y militares, de las oficinas del primer ministro y de los alrededores de Bab El Aziziya, el famoso palacio fortaleza de Gadafi.

Al Yazira señaló asimismo la detención del coronel Al Jituni, considerado como uno de los principales cargos militares vinculados a Gadafi, y de ocho de sus colaboradores.