En una entrevista que publica hoy el diario «La Repubblica», Berlusconi sale al paso de los nuevos detalles sobre el caso Ruby que la Fiscalía de Milán dio a conocer ayer al notificar la conclusión de la investigación a las tres personas de su entorno supuestamente implicadas en el asunto.
Entre esos nuevos detalles, figura el convencimiento de la Fiscalía de que Berlusconi mantuvo relaciones sexuales de pago con Ruby en 13 ocasiones cuando era menor de edad y la existencia de 33 chicas, entre ellas la joven marroquí, como objeto de ese supuesto proxenetismo e inducción a la prostitución por los que se ha investigado a esas tres personas del entorno del político.
«Yo no puedo creer en un uso de la Justicia así de bárbaro y tan alejado de la realidad. Yo, además, tengo 75 años y, aunque sea travieso, 33 chicas en dos meses me parecen demasiadas, incluso, para un treintañero. Son demasiadas para cualquiera», afirma el primer ministro.
«Y luego existe un obstáculo más. Siempre he tenido cerca de mí a mi novia, que, por suerte, he conseguido mantenerla fuera de este fango. Si hubiera hecho todo lo que dicen, me habría sacado los ojos. Y aseguro que tiene las uñas largas», añade.
Berlusconi afirma que el caso Ruby, por el que será juzgado por supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, se ha llevado a cabo «sólo para echar fango sobre la imagen de estas chicas» y, por ellas, y por su propia imagen, dice, irá a la televisión y participará en todas las vistas del proceso.
«Han sacado a la palestra a 33 chicas que pasarán el resto de su vida con la etiqueta de prostituta. Y, sin embargo, eran chicas cuyo único error ha sido acudir a cenas con el presidente del Gobierno (...) Las chicas daban cuatro saltos en la discoteca, solas, porque a mí nunca me ha gustado bailar. Nada más», afirma el mandatario.
«La gente, sabe, es mala. Piense que los padres de algunas de estas chicas han sido despedidos sólo por el hecho de que existe esta investigación. Todas estas chicas no pueden trabajar ya, no pueden desfilar, nadie les ofrece un contrato. Yo quiero defenderlas públicamente», añade.
El primer ministro insiste en que nunca ha pagado por tener relaciones con una mujer y niega que las transferencias bancarias de las que habla la Fiscalía fueran para pagar servicios sexuales, ya que eran, asegura, donaciones a las chicas para sus gastos.
Además, el jefe del Ejecutivo italiano niega la acusación de abuso de poder por la llamada que realizó en mayo de 2010 a una comisaría de Milán para que dejaran en libertad a Ruby, alegando que era la sobrina del entonces presidente de egipto, Hosni Mubarak.
«Puedo jurar que una semana antes había hablado con Mubarak durante al menos 15 minutos de esta chica. Tengo todos los testigos. Los intérpretes y los comensales pueden confirmarlo. En esos días además me estaba ocupando de la crisis entre Libia y Suiza», afirma Berlusconi.
«Pensé: *y si también aquí un familiar de un mandatario extranjero, en este caso Mubarak, va a la cárcel? *Qué ocurre? Mandamos entonces a una persona para resolver el problema», agrega.
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