El Ejército egipcio controla a los miles de manifestantes que continúan desafiando el toque de queda. | Reuters

Los soldados egipcios comenzaron a desplegarse anoche por las calles de El Cairo y de otras ciudades para hacer frente a las acciones de pillaje que están empañando la revuelta popular que estalló el martes.

Los efectivos del Ejército se cuentan por miles y coordinan sus acciones con voluntarios que han formado comités de barrio para reemplazar a la policía, que prácticamente ha desaparecido de las calles.

Todo ello se produce mientras Egipto sigue a la espera de nuevos acontecimientos políticos y se mantiene la exigencia popular para que el presidente, Hosni Mubarak, en el poder desde hace tres décadas, renuncie y dé paso a nuevos líderes.

El viernes, cuando comenzó a regir el toque de queda en El Cairo, Alejandría y Suez, los tres principales focos de las protestas, la policía se replegó a sus cuarteles y la vigilancia de lugares estratégicos quedó en manos de las Fuerzas Armadas. Ese despliegue militar fue ordenado por Mubarak, quien ayer nombró a dos generales para ocupar la vicepresidencia de la República, vacante desde 1981, y la jefatura del Gobierno.

Nombramientos

Omar Suleimán, jefe de los servicios de inteligencia, se hizo cargo de la vicepresidencia, y el también general Ahmed Shafiq recibió la orden de formar gobierno, tras la renuncia, a petición de Mubarak, del gabinete anterior, presidido por el civil Ahmed Nazif.

Estos nombramientos no han satisfecho a los dirigentes de la oposición ni a los egipcios, pero la preocupación de las últimas horas se ha trasladado al orden público por las escenas de caos en El Cairo y Alejandría, entre otros lugares.

Tiendas, bancos, oficinas públicas, sedes del gobernante Partido Nacional Democrático (PND) e incluso comisarías han sido, entre otros, los edificios que han sido asaltados por grupos descontrolados amparados por las protestas políticas que se están desarrollando.

Voluntarios

El Ejército pidió la participación de la población para combatir estos actos, y la televisión pública mostró grupos de personas detenidas por voluntarios y que han sido entregados al Ejército.

Las acciones de pillaje se extendieron a importantes hospitales de la capital, que ya han quedado bajo custodia castrense, y también al Museo Egipcio, el centro mundial más importante de restos faraónicos, donde al menos dos momias fueron destrozadas.

El Ejército vigila esta noche puntos estratégicos de la ciudad, pero también se veían tanquetas militares cruzando los puentes sobre el río Nilo para dirigirse a otros barrios lejanos del centro.