La octava jornada de huelga en Grecia con protestas masivas en las calles de Atenas ha derivado en fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policías, durante los que una zona del ministerio de Finanzas fue incendiada con cócteles molotov.

Los agentes antidisturbios recurrieron al uso de gases lacrimógenos y bombas de sonido para dispersar a la muchedumbre congregada delante del Parlamento griego, según imágenes del canal de internet «Zougla.gr».

En otro incidente, el ex ministro de Transporte y ex comisario europeo, el conservador Costís Hatzidakis, fue golpeado por manifestantes cuando caminaba por una de las avenidas céntricas.

La policía tuvo que intervenir para ayudarle a alejarse del lugar.

Decenas de miles de personas participaron en las manifestaciones convocadas por los sindicatos mayoritarios en toda Grecia, coincidiendo con una huelga general de 24 horas contra las medidas de austeridad del Gobierno para reducir el déficit y la deuda, que ha paralizado al país.

La batalla campal entre la policía y los manifestantes continuó dirección a la rectoría de la Universidad de Atenas, a unos 400 metros del Parlamento, en la avenida Panepistímiu, donde los agentes fueron recibidos con una lluvia de piedras y respondieron con gases lacrimógenos y golpes.

Los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía seguían cuerpo a cuerpo por las avenidas y las calles adyacentes al núcleo de la manifestación.

Los manifestantes prendieron fuego a decenas de contenedores de basura y rompieron vitrinas de tiendas y sucursales de bancos.

Testigos presenciales denunciaron que la policía arremetió incluso contra los transeúntes y golpeó a personas que observaban los incidentes.

«Ladrones. Ladrones. Devuelvan el dinero del pueblo», «No pagaremos. No pagaremos. Que sea la plutocracia la que pague», gritaban los manifestantes en dirección a los 300 parlamentarios de la Cámara y en señal de ira contra la corrupción de los políticos.

«Papandréu, el pueblo no te quiere. Vete del país y llévate a la Troika», decían los concentrados contra el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, y las instituciones extranjeras que supervisan desde hace nueve meses la economía griega: la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Bombas incendiarias lanzadas por radicales encapuchados prendieron fuego en la planta baja del ministerio de Finanzas y en el primer piso de un edificio en la plaza central Sindagma.

Los bomberos acudieron al lugar de los hechos para extinguir los focos, mientras que algunos medios digitales informaron de otras bombas incendiarias que quemaron automóviles aparcados en las calles de la capital.

Un grupo de las juventudes del partido parlamentario de la Coalición de Izquierdas (Synaspismos) logró colgar una inmensa pancarta en frente del ministerio de Finanzas que decía «No a la Edad media laboral».

«No pagaremos. No pagaremos. Que sea la plutocracia la que pague», gritaban los manifestantes, estrechamente vigilados por las brigadas antidisturbios que se habían apostado desde la madrugada en frente a los edificios públicos y gubernamentales.

«Carestía-Austeridad-Paro», «Basta ya», se leía en una pancarta que llevaban afiliados de la Confederación General de Trabajadores (GSEE) y la Unión de Funcionarios Fiscales (Adedy), que representan a dos millones de trabajadores.

Según el canal privado Zougla.gr, la policía ha llevado a cabo las primeras detenciones en los entornos de la plaza central.

El resto de los medios informativos participan en la huelga, por lo que hay un vacío de información.