El Big Blue es uno de los mayores atractivos del Palma Aquarium. Alberga más de 25 tiburones. | Aina Ginard

El mundo marino es un paraíso desconocido para la mayoría, y Palma Aquarium tiene la misión de acercarlo de manera amena y divertida, pero desde el respeto y la conservación. Con más de 800 especies de todos los continentes, unos 8.000 animales y casi un kilómetro de recorrido, este parque marino se ha convertido en un atractivo tanto para los turistas como para la población local.

Palma Aquarium, ubicado en la Platja de Palma, abrió sus puertas en 2007. Recibe a unos 400.000 visitantes al año y factura alrededor de ocho millones de euros. Tiene una extensión total de 45.000 metros cuadrados. La empresa lo define como “mucho más que un acuario, ya que cuenta con una importante colección de corales marinos, una jungla que es el jardín de azotea más grande de Europa con más de 350 especies de plantas tropicales, un jardín mediterráneo con más de 100 especies y varios espacios de ocio para todas las edades.

A pesar de su apariencia de plantas, los corales marinos son animales diminutos que viven en colonias, y con el tiempo van desarrollando estas formas y coloridos de gran belleza. En Palma Aquarium hay más de 275 especies de corales vivos de todos los ecosistemas, y si uno se acerca y pone atención puede ver cómo se van uniendo para construir estas llamativas formas.

El recorrido ‘bajo el mar’ cuenta con 55 acuarios con pantallas táctiles donde se puede ver información de dónde habitan esas especies y sus características en catalán, castellano, inglés, francés, alemán y ruso. Y el parque es plenamente accesible.

Lo primero que se encuentra un visitante es una reproducción del Mar Mediterráneo, con 24 acuarios llenos de vida y color. Pep Riera, director del Área de Educación, explica que han podido comprobar cómo han crecido los corales y los bancos de peces desde la apertura. Los niños pueden experimentar sensaciones en un toca-toca con erizos, pepinos y estrellas de mar.

Palma Aquarium es propiedad de la empresa israelí Coral World, que tiene otros acuarios en Israel, Hawái y Australia, y abrirá otro próximamante en Berlín. También cuenta con una pequeña parte de capital español. Su apertura no estuvo exenta de polémica por su ubicación, en ses Fontanelles. La propiedad cedió parte de su terreno al Ajuntament de Palma para la conservación de las especies autóctonas. La inversión para la construcción del acuario superó los 50 millones de euros.

El director general del Palma Aquarium, Antonio González, explica que la particularidad de este parque no es la cantidad de especies, sino la variedad, ya que tienen especies de todos los hábitats y animales de todos los mares. Cada uno de ellos necesita una comida distinta y unas condiciones de temperatura y de agua diferentes, dulce y salada.

Uno de sus principales atractivos es el Big Blue, un tanque con más de 25 tiburones. Recientemente han incorporado también una bandada de peces payaso por la gran popularidad de Nemo.

En la parte exterior tienen el jardín mediterráneo, donde también se pueden encontrar especies como el tiburón martillo o diferentes tortugas.

ABIERTO 365 DÍAS AL AÑO. El gran valor añadido que defiende la empresa es estar abiertos los 365 días del año, para lo que hacen un enorme esfuerzo económico con el convencimiento de que desestacionalizar es posible. Hoy por hoy sus visitantes son un 85% de turistas, pero en los dos últimos años han visto cómo el público local ha empezado a ser más habitual.

Palma Aquarium cuenta con diferentes atraciones lúdicas que lo convierten en una excelente opción para pasar un día en familia. Por ejemplo, tiene un parque infantil interior de bolas y otro exterior de agua para el verano.

Cuentan con una gran oferta de actividades dentro del acuario. El snuba -buceo con tubo- ha tenido mucho éxito, aunque la gran atracción es el buceo con tiburones. Por ejemplo, se han hecho pedidas de mano mientras la pareja buceaba entre tiburones y alguna boda. Para los menos atrevidos, se puede hacer una pedida de mano o una cena en frente del Big Blue. El vision boat es una balsa que navega por la superficie del tanque del Big Blue con un fondo de cristal y permite ver pasar los tiburones y el resto de especies.

Su oferta de restauración se acopla a la temporada, llegando hasta los seis puntos de venta en verano y uno o dos en invierno. Y también cuentan con una tienda de recuerdos y joyería con marcas como Swarovski y Majorica.

Organizan también todo tipo de eventos para empresas y bautizos, comuniones, cenas y cumpleaños con una gran aceptación.

VISITAS ESCOLARES. Una de sus principales actividades es el aula educativa, por donde pasan cada año más de 15.000 alumnos de colegios con un programa educativo ad hoc para los distintos niveles. El objetivo es que conozcan el mar y la importancia de conservar la biodiversidad y preservar el medio marino para concienciarles de los retos ambientales que tendrán que afrontar en el futuro.

De este modo, para los cursos de educación infantil han preparado un cuentacuentos del caballito de mar Hippo o del rescate de la tortuga marina Valentina. Los alumnos de primaria aprenden jugando la diversidad de los mares y océanos o cómo se llevaría a cabo el rescate de una tortuga marina o un delfín. Los alumnos de secundaria pueden hacer un taller sobre cetáceos o diseccionar un pescado. Y los de bachillerato pueden estudiar el impacto del cambio climático en las tortugas marinas o la importancia de los tiburones. Además, también ofrecen talleres específicos sobre invertebrados, la posidonia o las especies endémicas de Balears, y la posibilidad de hacer una acampada escolar en el Aquarium.

A pesar de que el parque no tiene mamíferos marinos, han ganado por segundo año consecutivo el concurso para ser el centro de rescate de cetáceos de Balears.

Para los amantes del mar, también ofrecen un pase anual, que da acceso ilimitado al acuario durante un año.

PERFIL DE CLIENTE. El perfil de cliente va cambiando según la época del año. En temporada alta acuden sobre todo familias con niños, y en invierno tienen turismo senior, mientras que durante la temporada media tienen principalmente parejas de turistas. Los fines de semana van familias residentes. La visita puede durar entre dos y cuatro horas.

Respecto a los turistas, el primer mercado es el alemán, seguido del inglés, y después el resto de nacionalidades.

Tienen una red comercial que les permite llegar a todos los núcleos turísticos de la isla, con una oferta adaptada a la tipología de cliente. Por ejemplo, el folleto en alemán no tiene el mismo contenido que el inglés. También cambian las atracciones según la época del año. Han puesto un bus para que la gente de la zona de Calvià pueda llegar, y en otros puntos venden paquetes con un transfer incluido. También tienen acuerdos con los rent a car para vender el acuario.

El número de trabajadores varía en función de la época del año, desde los 60 en invierno hasta los 145 empleados en verano.

FUNDACIÓN. En marzo de este año se constituyó de manera oficial la Fundación Palma Aquarium para la Protección del Medio Ambiente, que tiene el objetivo de contribuir a la conservación de la biodiversidad, impulsar la recuperación de especies amenzadas, desarrollar campañas de educación ambiental y ayudar a la inserción de personas en riesgo de exclusión social o con alguna discapacidad.

Dentro de su política de responsabilidad social, cada año organizan una jornada benéfica que consiste en ayudar a una entidad social un fin de semana del año. Los días 12 y 13 de noviembre tuvo lugar la última edición de la fiesta ‘Yo También’, este año en favor de Projecte Home. Se destinó a la asociación una parte de la recaudación de las entradas.

Palma Aquarium sigue con el reto de mantener la ilusión todos los días para poder transmitir la pasión por el mar y la preservación de sus especies, y conseguir ser una empresa rentable y un pull de atracción turística imprescindible. El lema de la empresa, ‘Conocer para valorar, valorar para proteger’, está siempre presente.