La isla pitiüsa es conocida mundialmente por su oferta de ocio nocturno, sus admiradas puestas de sol y sus fiestas interminables. En sus clubes y sus discotecas como Amnesia, Eden, Es Paradís, Moma Ibiza, Pacha, Privilege, Space, Ushuaïa, recientemente elegida como el segundo mejor club del mundo, se dan cita los mejores DJ del planeta, donde, la producción escénica, los efectos especiales, la innovación permanente y el ambiente Vip se han convertido en una exitosa formula que atrae miles de turistas durante el verano.

Sin embargo, Eivissa se está esforzando para poner en valor la versatilidad del destino, una isla de contrastes pero con un equilibrio entre libertad y respeto, con una oferta natural muy propicia para la realización de todo tipo de actividades “outdoor” y de “teambuilding” y una más que destacada oferta cultural.

La actividad deportiva y especialmente el cicloturismo es una de las firmes apuestas por parte del sector turístico ibicenco, que les está llevando a trasformar y adaptar sus infraestructuras turísticas a las necesidades específicas del turista activo. En los últimos tiempos, han ido tomando relevancia la organización de eventos deportivos, como la Vuelta a Ibiza MTB, la Vuelta Cicloturista a Ibiza o la Ibiza TrailMaraton.

Merece mención especial el caso de La Vuelta a Ibiza MTB, con sede en Sant Antoni de Portmany, cuyo recorrido trascurre por los municipios de Eivissa, San Joan, Santa Eulària, San Josep y Sant Antoni. Se trata de una prueba internacional que se realiza durante tres jornadas y en su pasada edición fueron los días 25, 26 y 27 de marzo de 2016. La mayoría de participantes optan por acudir unos días antes para realizar sesiones de entrenamientos y muchos de ellos eligen los packs oficiales propuestos por organización, que contemplan transporte, alojamiento y traslados. Esta prueba deportiva en su XVI edición congregó a un total de 1.200 inscritos de más de 14 nacionalidades diferentes y generó un impacto global que ascendió a 1.231.793 euros.
El buen hacer de los organizadores, su dilatada experiencia, su calurosa acogida y su trato personalizado a todos los deportistas hace que edición tras edición se complete el número máximo de participantes.

Este tipo de eventos deportivos ayudan a mejorar las cifras de turistas fuera de temporada alta, con una mayor apertura de mercados y a reposicionar al destino Ibiza hacia segmentos más familiares y deportistas.
Sin duda el turismo deportivo es un camino que hay que seguir explorando para ganar la batalla de la desestacionalización y mejorar nuestra economía creando empleo estable a lo largo de todo el año, pero todo ello requiere del compromiso y la complicidad de las administraciones públicas competentes. Apostemos por ello, pues es el camino adecuado para un destino maduro, como son las Illes Balears.