Balears es uno de los principales destinos receptores de turismo internacional, recibe anualmente más de 11 millones de turistas. Aglutina en su exiguo territorio de 5.014 km2 más del 1% del turismo mundial, y es reconocido internacionalmente por su hegemonía en el segmento de sol y playa. Sin embargo las nuevas demandas por parte de los turistas y la intensa competencia están obligando al destino a diversificar su oferta, a proponer nuevas experiencias a sus visitantes y a combatir la estacionalidad del destino.
El estudio detallado del comportamiento de la demanda de Balears estas últimas décadas, a través del coeficiente de variación y el índice de Gini, pone de relieve que todavía existen importantísimos desajustes temporales entre la oferta y la demanda turística generando los conocidos efectos nocivos vinculados a la estacionalidad, que recaen sobre el mercado laboral, sobre los resultados empresariales o la congestión medioambiental.
El binomio turismo y deporte parece ser la respuesta a las demandas emergentes del ciudadano actual y la estrategia turística encaminada a paliar la estacionalidad. Es preciso señalar que el turismo deportivo supuso en 2012 en Balears la llegada de 1,7 millones de personas, lo que representa el 13,9% del total de visitantes.
Y en este contexto la Serra de Tramuntana, recientemente declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, se erige como el enclave vertebrador de una oferta turística donde el contacto, la interpretación y el conocimiento de la naturaleza, la realización de actividades recreativas y de esparcimiento sean las principales motivaciones de los visitantes.
La Serra de Tramuntana podría convertirse en uno de los principales destinos del senderismo para los mercados emisores europeos. Ello requeriría intensificar esfuerzos en dotar a la Serra de Tramuntana de las infraestructuras y equipamientos propios de los entornos naturales, de una adecuada señalización y topoguía de las rutas y senderos, así como mejorar el acceso a la información sobre las rutas homologadas. Mejoras que ineludiblemente deberían ser contextualizadas en el ámbito de las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles que permitieran acercar y acceder en tiempo real al turista a las informaciones necesarias para la práctica placentera y segura del senderismo. El Govern y el Consell de Mallorca a través del Consorcio Serra de Tramuntana Patrimonio Mundial deberían promover estas actividades lúdico deportivas fuera de la temporada alta, consiguiendo así avanzar en el objetivo de desestacionalización y en consecuencia la obtención de mayor ocupación laboral y mejores resultados económicos.
Aun siendo muy importante el turismo llamado de sol y playa, la diversificación en este segmento del mercado de vocación más deportiva y naturalista exige asimismo un plus de precaución y cuidado; el equilibrio del ecosistema, el respeto por la configuración de la fauna, flora y paisaje han de ser el arco de bóveda sobre el que se sostenga nuestro crecimiento turístico; además no ha de perderse de vista que nos dirijimos a un público objetivo enormemente sensibilizado con el respecto a la naturaleza y que valorara que nosotros la respetemos como nuestro mayor tesoro.
Turismo de calidad, amante del deporte y la naturaleza, de nuestra gastronomía y costumbres, es lo que cualquier destino quisiera poder ofrecer. Podemos y debemos hacerlo desde la prudencia y la extraordinaria calidad de nuestros profesionales en un enclave tratado por artistas y poetas con el denominador común del paraíso.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
Dios nos coja confesados. Lo único que nos quedaba y lo van a destrozar. Patrimonio de la humanidad? No gracias. Patrimonio de los mallorquines.