Sant Antoni es una de las zonas preferidas por el turismo joven británico, mientras que las familias optan por el norte, como es Canar. | Redacción Local

El clima, la gastronomía, la oferta de ocio, las playas y el precio asequible por el cambio libra-euro son algunos de los motivos por los que turismo británico se mantiene fiel a sus vacaciones en las Pitiüses pese a la situación de crisis económica de los últimos años.

Los datos de llegadas de turistas recogidos por el Ibestat a partir de la encuesta de flujos turísticos Frontur demuestran que el año pasado un total de 1,8 millones de turistas extranjeros escogieron Eivissa y Formentera para pasar sus vacaciones. De esa cifra, 774.738 fueron británicos, lo que significa que el 41,5% de los turistas extranjeros fueron de esta nacionalidad. Mientras que, por ejemplo, el turismo español únicamente representó el 24,2%. Este se resiente por la crisis, igual que sucede con la llegada de italianos, mientras que el británico continúa aumentando. En los últimos tres años, los visitantes de esta nacionalidad han aumentado un 17 por ciento, pues en 2011 un total de 668.780 personas visitaron Eivissa y Formentera frente a los 774.738 que lo hicieron en el cómputo global del año pasado.

EL GASTO. Paralelo al incremento en la llegada de turistas se encuentra el aumento de su gasto. El año pasado, los 774.738 británicos invirtieron en su estancia vacacional pitiusa un total de 703,5 millones de euros, frente a los 290,3 millones de los alemanes y los 432,8 millones de euros de los españoles. En comparación con el año 2011, el gasto del turismo británico ha aumentado un 29,7%, ya que ese año desembolsaron un total de 542,7 millones de euros. Cabe resaltar que el gasto turístico total también ha aumentado un 10,3% en los tres últimos años hasta llegar a los 2.332,5 millones de euros, todo un récord para las Pitiüses.

Los datos también demuestran que los británicos son los que más invierten por persona y día. En este sentido, en 2011 el gasto medio diario fue de 103,6 euros, cantidad que creció hasta los 122,56 euros del año pasado. Los españoles, por el contrario, gastaron el año pasado 104,07 euros por persona y día, mientras que el gasto de los alemanes fue de 116 euros diarios.

LOS MOTIVOS. Entre las causas que favorecen el incremento de visitantes de esta nacionalidad se encuentra el valor de la libra frente al euro: “En el mercado turístico, el precio es determinante, y mientras se mantenga un buen valor de la libra frente al euro habrá posibilidades de que aumenten los británicos. Hay que tener en cuenta que nosotros con el euro no podemos devaluar, pero que tenemos competidores, como los del norte de África, que sí que lo hacen y esto nos puede perjudicar. Que su moneda tenga un buen valor respecto a la moneda del destino es positivo”, precisa Roberto Hortensius, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (FEHIF).

El aumento de británicos ha ayudado a “capear” la caída de mercados como el español y el alemán en los últimos años. “Nos ha ido muy bien para cubrir las camas que habían dejado otros mercados que han caído. Es más positivo tener unos emisores diversificados, que es lo que da fortaleza a un destino turístico, pero cuando hay mercados como el español, el italiano o el alemán que dejan de venir con la misma intensidad, lo positivo es tener un mercado fiel, que en el caso de Eivissa es el británico. Lo cierto es que ha respondido bien cuando ha hecho falta”, asegura Hortensius, quien señala que se trata de un mercado “claramente consolidado en todos los segmentos”, pues las familias prefieren la zona norte (Santa Eulària, Portinatx, es Canar), mientras que el turismo más joven opta desde hace años por Sant Antoni y Platja d'en Bossa por la oferta de ocio nocturno. “Siempre ha sido el mercado turístico más presente en las Pitiüses; no habría que perderlo. Somos bastante dependientes de él y hay que tener en cuenta que cualquier fluctuación hacia arriba o hacia abajo supone una ganancia o pérdida de viajeros muy importante”, afirma Hortensius, que defiende que el turismo británico “parece que no va cambiar su posición de número 1 en presencia en Eivissa”.