El amor, como el café, gusta a todos de maneras diferentes. Ardiente o helado, para tomarlo de un trago o a sorbitos, despacio, e incluso hay quien duda entre tomarlo en pareja o en grupo. Con tanta variedad, y ante la visita, un año más, de San Valentín, el abanico de películas y series que añadir al plan perfecto del 14 de febrero es amplísimo. Por ello, vayamos a lo no convencional.
Los clásicos como Casablanca o Los puentes de Madison van a estar ahí, esperándonos, pero existen otros amores aguardando su oportunidad. Para muestra, un botón, como el de encendido de Samantha, la I.A. de la que Joaquín Phoenix se enamora irremediablemente en Her. Romance entre un humano y una máquina que también vemos en Blade Runner o en la actual Westworld.
Mientras estas superan las barreras de la carne y el hueso, otras ignoran las del tiempo, como la exitosa Outlander con un amor que, literalmente, hace historia.
Aunque para historia la que comparten los desastrosos Tom y Summer en 500 días juntos o los friends Ross y Rachel y sus cientos de ‘descansos', tan tronchantes como inolvidables. De recordar, o de no olvidar, van precisamente los amores que dejan huella, como el que comparten Kate Winslet y Jim Carrey en la magnífica ¡Olvídate de mí!.
Si hay algo excitante es lo nuevo, como ese primer gran amor que exploran La vida de Adéle y la divertida Little Manhattan, pero lo prohibido también hace acto de presencia en los designios del corazón, en este caso roto, en Brokeback Mountain.
Corazones rotos que arreglar es una de las especialidades de San Valentín, capaz de unir dos piezas de puzzle que inesperadamente encajan a la perfección en El lado bueno de las cosas o en la serie británica The end of the f***ing world. Al fin y al cabo el amor, como nos enseña la durísima The Leftovers, y como dice la canción, puede salvarte la vida.
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