La festa del bolitx regresó un año más al colegio Can Bonet de Sant Antoni. Sin embargo, después de realizarse con gran éxito durante más de treinta años en domingo, la edición de 2017 fue especial ya que por primera vez se celebró en un día entre semana.

Según explicó a este periódico el director del centro escolar, Josep Lluis Mollà, «en Eivissa es tradición que con esta fiesta se celebre la primavera y el nacimiento de las primeras flores que surgen en el campo de forma natural». Por ello, durante todos estos años se han congregado en el centro centenares de alumnos, padres y profesores para participar en las actividades organizadas para la ocasión. A pesar de ello, la Asociación de padres y madres de alumnos (APIMA) del centro decidió este año trasladarlo a un día escolar «para que no coincidiera con las comuniones y otros actos que se organizan durante estas fechas». «La intención de esta fiesta, además de mantener vivas las tradiciones de la isla de Ibiza, es conseguir la mayor participación posible y crear un magnífico espacio de convivencia entre padres, alumnos y profesores», explicó Mollà.

Para conseguirlo durante todo el día de ayer se prepararon una serie de actividades muy diversas que comenzaron a partir de las 11.00 horas. De todas ellas llamó especialmente la atención una amplia colección de talleres de todo tipo preparados de forma conjunta por profesores y alumnos, y que iban desde máscaras pintadas en las caras de los estudiantes a pelucas, pasando por una divertida versión del programa de televisiónPasapalabra, fútbol o minibasket. Incluso los alumnos de 2º y 3º de ESO colocaron un quiosco para vender cocas, pasteles y refrescos y recaudar así dinero para su viaje de fin de curso de 2018, los estudiantes de 5º de Primaria del colegio confeccionaron bonitas pulseras y broches para venderlos y destinar después lo conseguido a Cáritas, se prepararon concursos de plantas y centros florales, y se pudo disfrutar de juegos tradicionales gracias a un original parque de juegos que durante los días previos habían pintado los estudiantes en la entrada del colegio.

Y por supuesto tampoco faltó la tradicional comida que todos los años prepara la APIMA del centro para celebrar esta festa del bolitx. En esta ocasión, el menú estaba compuesto por ensalada, paella, fruta, bunyols y café caleta, y fue todo un éxito ya que se vendieron más de 200 tiquets. Una recaudación, según Mollà «muy importante» porque después la APA destina el dinero a la compra de material educativo y mejoras para el centro.