Amparo Ruiz Luján nació en Cuenca y en 1965 se trasladó a vivir a Ibiza con su familia. Estudió Bachillerato en el Instituto Santa María de Ibiza y se licenció en Geografía e Historia en Barcelona, donde empezó a impartir clases de Secundaria. Al acabar las oposiciones se trasladó a Mota del Pueblo, cerca del Toboso, donde siguió su actividad docente, empezó a releer el Quijote y a hacer fotografías sobre el patrimonio arquitectónico y natural tomando como hilo conductor el deterioro y el tiempo. En el año 2000 recibió el premio Glauka por su trabajo a favor de la lectura y la cultura. Ha publicado seis libros de poesía y colaborado con varias revistas culturales. Frecuentemente trabaja en actividades culturales con conferencias y recitales en los que combina la música, la poesía y la historia.
La exposición consta de 41 fotografías, titulada Ventanas para Dulcinea, cada una va acompañada de unos versos seleccionados de sus libros. La temática, nos explica la artista, «son las ventanas de los pueblos de Castilla la Mancha en donde no aparece ninguna persona, lo mismo que en El Quijote la figura de Dulcinea está ausente, es un ser poético, el motor que impulsa las hazañas de Don Quijote». Desde siempre, confiesa la escritora, le ha «gustado mirar y enfocar incluso a veces sin cámara fotográfica», le ha llamado la atención «la parte del deterioro, del paso del tiempo, de las plantas más sencillas y humildes de la naturaleza, lo aparentemente menos hermoso».
8 años de labor
El ensayo, Dulcinea: sueño del héroe delirante. Amor y belleza en el Quijote, lo escribió durante ocho años y es un «libro de libros» como apunta en el prólogo de dicha obra Antonio Rey Hazas y como explica la escritora, «es una recopilación de citas de los mejores poetas, dramaturgos y novelistas de la literatura universal sobre esta obra de Cervantes basada en una amplia bibliografía de 103 obras».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.