«Boyhood», escrita y dirigida por Richard Linklater, un relato sobre el paso del tiempo, las relaciones familiares y el paso de la niñez a la adolescencia y la madurez, se llevó varios de los principales galardones, como los de mejor película y mejor director, además de mejor actriz secundaria para Patricia Arquette.
Los Bafta han venido a reconocer el mérito de ese innovador experimento cinematográfico, ya que fue rodada en cortos períodos a lo largo de doce años, entre 2002 y 2013, lo que permite al espectador observar de cerca la evolución real del personaje y su protagonista durante ese período.
La emblemática Royal Opera House, en el West End londinense, se vistió de gala para albergar la noche más importante del cine del Reino Unido, en una velada que contó con algunos invitados de excepción, como Tom Cruise, Michael Keaton, Benedict Cumberbatch, Keira Knightley, Sthepen Hawking o el exfutbolista David Beckham.
Los premios Bafta, que concede la Academia Británica del Cine y la Televisión, son considerados como la más significativa antesala de los Óscar de Hollywood, y se otorgan desde el año 1947. El galardón es una estatuilla dorada en forma de máscara.
El humor ha sido uno de los principales elementos de la gala de hoy, realizada con un ritmo impecable y presentada por una de las figuras más populares del cine, la televisión y la cultura de Gran Bretaña, el actor Stephen Fry.
González-Iñarritu, que ya logró una máscara de los Bafta con «Amores perros» en 2001, había visto como «Birdman» se ponía entre las favoritas por nominaciones, pero solo se llevó uno de los diez premios a los que optaba, el de mejor fotografía, un reconocimiento menor para el que es considerado uno de los filmes del año.
Además de a «Birdman», los Bafta le dieron la espalda a «The Imitation Game (Descifrando Enigma)», película dirigida por Morten Tyldum, que no ganó ninguno de los nueve premios a los que optaba.
«Boyhood» completó su gran noche con el premio a mejor director, para Richard Linklater, que superó a Wes Anderson ("El gran hotel Budapest"), Damien Chazelle ("Whiplash") y James Marsh ("La teoría del todo"), además a González-Iñárritu.
El británico Eddie Redmayne, uno de los más aclamados en la alfombra roja, se llevó el galardón a mejor actor protagonista, mientras que la estadounidense Julianne Moore ganó el premio a mejor actriz, por «Siempre Alice».
Redmayne, que interpretó al célebre científico británico Stephen Hawking en el exitoso filme, se impuso a Benedict Cumberbatch ("The Imitation Game - Descifrando Enigma"), Jake Gyllenhall ("Nightcrawler"), Michael Keaton ("Birdman") y Ralph Fiennes ("El gran hotel Budapest").
Por su parte, Moore, que ya fue nominada en tres ocasiones: en 1999 por «El fin del romance», en 2002 por «Las horas» y en 2010 por «Los chicos están bien», se impuso a Amy Adams ("Big Eyes"), Felicity Jones ("La teoría del todo"), Reese Whiterspoon ("Alma salvaje") y a Rosemund Pike ("Perdida").
El Bafta a la mejor película de habla no inglesa, para la que partía como favorita la rusa «Leviathan», fue a parar a Polonia, con el filme «Ida», de Pawel Pawlikowski.
El momento estelar de la noche llegó al inicio de la gala, cuando Stephen Hawking hizo entrega, junto a la actriz Felicity Jones, del premio a los mejores efectos especiales.
El científico hizo las delicias del público presente en la Royal Opera House después de charlar de forma distendida con el presentador, Stephen Fry.
Hawking fue una de las estrellas de la alfombra roja acaparando las miradas, los aplausos de los presentes y los focos de las cámaras.
Otra de las grandes estrellas fue el exfutbolista David Beckham, también entre los más solicitados a su llegada al West End. El astro hizo entrega del Bafta a la mejor película británica al film «La teoría del todo», dirigido por James Marsh.
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