El músico estadounidense tiene un plazo de 15 días para apelar el fallo dictado por el Tribunal de Faltas del emirato, que le encontró culpable también de estar ebrio y bajarse los pantalones en el aeropuerto de Dubái, según informa el diario Gulf News.
Los hechos que se imputan a Kottak ocurrieron el 3 de abril pasado en la sala de tránsito del aeropuerto internacional de la ciudad.
Desde esa fecha, el músico está bajo custodia policial en Dubái, mientras que su pasaporte fue confiscado por las autoridades.
Kottak aseguró en su declaración, recogida por varios medios locales, que había bebido cinco copas de vino a bordo de un vuelo entre Moscú y Baréin con escala en Dubái.
El incidente provocó que no llegara a Baréin, donde tenía previsto dar un concierto, y que su grupo se viera obligado a sustituirlo sobre el escenario por Mark Cross.
Durante el juicio, dos miembros del personal de tierra del aeropuerto destinados en la zona de tránsito declararon que oyeron a Kottak gritar que no iba a viajar con un grupo de pasajeros paquistaníes y afganos.
Asimismo, varios testigos afirmaron que el acusado se tapó la nariz en gesto de repulsa y que se le escuchó maldecir a la compañía aérea Flydubai, a los musulmanes y al aeropuerto.
Kottak, por su parte, admitió haber bebido alcohol, pero negó los otros cargos.
Su abogado basó la defensa en que el batería estaba tratando de mostrar un tatuaje en su espalda a las personas que se hallaban en ese momento en el aeropuerto. También subrayó las contradicciones en que recayeron los testigos de cargo.
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Los musulmanes se ofenden por todo, así les va, que todo el mundo los ridiculiza.